Debería actualizarse el concepto salud

Un concepto moderno acorde con los avances de las ciencias médicas y tecnologías en boga en el siglo XXI debiera alejarse del criterio “bienestar” por impreciso, variable, apreciativo, cualitativo y sobre todo relativo y más bien apuntar hacia aspectos concretos, medibles y comparables.

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Foto EDH / Menly Cortez

Por Rodolfo Chang Peña

2019-12-14 8:25:46

La Organización Panamericana de la Salud considera desde hace décadas que la salud del ser humano va más allá de la simple ausencia de enfermedad, y enfatiza en el completo bienestar físico, psíquico y social. A simple vista esta conceptualización es genérica, impráctica, inalcanzable, imprecisa y constituye un “atarrayazo” que pretende cubrir tantos aspectos que no cubre nada.

Como se puede ver, no admite posiciones intermedias ni medias tintas. De ahí que de conformidad con su significado, nadie en el mundo tiene salud porque el bienestar completo no existe, ya que siempre hay algo que nos preocupa, como los gastos de fin de año, el alto precio de la canasta básica, la compra de uniformes y útiles escolares, la inseguridad en los buses y en las calles, las pensiones de hambre, la rapiña del aumento del precio a la gasolina aunque la hayan comprado barata, las reiteradas discusiones con la pareja, etc.

Si tener bienestar significa tener salud, el discapacitado que duerme sobre cartones y se cobija con diarios en los portales tiene salud porque siente bienestar cuando le regalan comida y, a su vez, el personaje que vive en la opulencia carece de salud porque se siente desdichado porque no ha podido completar su colección de automóviles antiguos. Y los estudiantes pierden la salud cada vez que se acercan los exámenes y dale que dale.

En realidad la presencia de enfermedad no siempre produce malestar y en ese sentido en las comunidades existen cientos de ejemplos de personas que conviven con problemas de salud que no les impide llevar una vida aceptable y hasta placentera en algunos casos. Otro ejemplo ilustrativo es el de los grupos de proceso que habitualmente organizan y dirigen trabajadoras sociales en hospitales y consultorios como los de Alcohólicos Anónimos, Neuróticos Anónimos, Observadores de Peso (Obesos), Corazones Nuevos (Operados de corazón), Diabéticos, etc. Sus miembros comparten experiencias, reciben ayuda moral de sus compañeros y en un ambiente de solidaridad hasta disfrutan de sus logros. Lo interesante es que no pocas de estas personas gozan de más bienestar que otras aparentemente sanas.

Ahora bien la falta de bienestar porque las personas no tienen empleo, por la ausencia crónica de recursos económicos, la escasa accesibilidad a la educación, hostilidad del medio ambiente por sucio y contaminante e insuficiente suministro de agua potable, son problemas que se salen de la esfera médica y su solución está en manos del gobierno central y de la municipalidades. Los profesionales de la medicina confinados en consultorios y centros hospitalarios nada pueden hacer sin la intervención intersectorial.

Desde que se acuñó el concepto de marras han transcurrido muchas décadas y naturalmente los profesionales de ahora piensan diferente, a su vez las comunidades han cambiado al igual que el correspondiente perfil epidemiológico, consecuentemente es una necesidad actualizar el concepto de salud y ubicarlo a la altura de las circunstancias.

Un concepto moderno acorde con los avances de las ciencias médicas y tecnologías en boga en el siglo XXI debiera alejarse del criterio “bienestar” por impreciso, variable, apreciativo, cualitativo y sobre todo relativo y más bien apuntar hacia aspectos concretos, medibles y comparables. En esa línea de ideas pudieran utilizarse por ejemplo la capacidad de las personas para desarrollar actividades físicas e intelectuales, promedio anual de días de incapacidad por causa de enfermedad, etc. Aunque siempre es ideal hacer referencia a las tasas de mortalidad general y específica y tasas de morbilidad: de incidencia (Para medir el riesgo) y de prevalencia (Para medir el peso de la enfermedad sobre la población).

Médico.