Cada país tiene un conjunto de industrias productivas que le permiten crear riqueza y, por ende, dichas industrias son como tesoros que al sumarse, fomentan la prosperidad para su población.
Algunos países como Suiza se dedican a industrias de alto valor agregado como la bio-tecnología y farmacéutica (la mayoría de las industrias farmacéuticas están en Suiza), pero los suizos no descuidan sus industrias más tradicionales como los quesos, los relojes, la banca privada y los chocolates. Estados Unidos ha tenido la virtud de transformar sus recursos de una manera muy amplia, y por eso, todavía es la potencia más grande del mundo.
En Estados Unidos, encontramos industrias de todo tipo, color y sabor; y no temo en constatar que EEUU es el país con la matriz productiva más diversificada.
¿Cuál debería ser la matriz productiva óptima que nos permitiría suscitar abundancia de recursos económicos y mejorar la calidad de vida de nuestra gente? ¿Qué deberíamos hacer los salvadoreños como hormiguitas laboriosas para ser rentables?
Definir una matriz productiva implica fijar el medio donde se originan los negocios; y puntualizar que negocios, que industrias y por ende que sectores económicos son los que nos permitirán vivir tranquilos en el futuro. Una matriz es el ambiente en el que se desarrolla algo; un medio o estructura circundante. Por ello se le dice matriz al útero de la mujer. La matriz de una madre es el lugar donde se desarrolla un feto hasta su gestación. En el caso de estrategia, la matriz productiva es el ambiente que permite desarrollar el mejor “mix” de industrias que tendría un país para la creación de exuberancia económica en el presente y futuro. En teoría, el conjunto de estas industrias tendría que originar una rentabilidad o ganancias. Una buena matriz productiva gesta riqueza para los dueños de las empresas. Estas empresas, al ser altamente fructíferas, ofrecen en impuestos, los fondos suficientes al estado, no solo para honrar el pago de la deuda antigua heredada por gobiernos previos; sino también alcanza para pagar los proyectos públicos nuevos.
Los impuestos que colecta el Gobierno de todos nosotros (empleados y empresarios) deberían alcanzar para pagar su presupuesto anual. Mientras más riqueza produzca el país, más impuestos se generan para los proyectos públicos del Gobierno. Por eso es muy importante definir una matriz productiva óptima donde todas y cada una de las empresas (sean estas empresas grandes, medianas, pequeñas y micro-empresas), puedan generar más allá de la simple subsistencia. Siempre hay industrias que son más rentables que otras.
Mi opinión personal es que nuestra matriz productiva tendría que ser un balance entre lo tradicional y lo nuevo-sofisticado. Un equilibrio entre lo artesanal y lo tecnológicamente avanzado y digital para las necesidades de la giga-economía. Existen industrias básicas que no se pueden descuidar, independientemente de su grado de rentabilidad: por ejemplo, las industrias de la producción local alimentaria (agricultura); la salud. O las industrias relacionadas a infraestructura básica, energía, transporte, vivienda y educación. Las obras de infraestructura son importantes para el desarrollo de un país, siempre y cuando estas se puedan pagar. Es imperativo cuidar aquellas industrias cuales ya nos hemos destacado (textiles de valor agregado, turismo, telecomunicaciones, café, azúcar, comercio y servicios de aeronáutica). Sin embargo, El Salvador necesita explorar otras industrias que sean novedosas y lucrativas. Soy feliz de pertenecer a una nueva generación que empuja una etapa única en El Salvador en la búsqueda de estas. Nuestra creatividad e innovación están a prueba.
CEO-Fundadora Eleonora Escalante Strategy
www.eleonoraescalantestrategy.wordpress.com