La Universidad Católica se coronó este viernes campeón de la Liga de Chile, aunque el título se concedió en los despachos después de que la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP) votara en favor de suspender definitivamente el torneo.
La Liga llevaba parada seis semanas desde el estallido social en el país y no había podido retomarse por motivos de seguridad. A falta de seis jornadas el título estaba todavía por definirse, a pesar de que los cruzados tenían 13 puntos de ventaja.
La decisión fue tomada en una reunión de los presidentes de los clubes de Primera, Primera B (segunda) y Segunda división (tercera), que con 42 votos a favor, 3 en contra y una abstención determinaron conceder el título a la Católica.
La semana pasada se concretó un calendario adaptado en horarios poco habituales para volver a los estadios, pero miembros de algunas barras bravas boicotearon el partido hace ocho días entre Unión La Calera y Deportes Iquique. Pasada la hora de juego se suspendió toda la fecha programada.
Con este nuevo título para la Católica, que acumula dos consecutivos, queda por decidir las posiciones del resto de equipos y sobre todo los cupos para las copas Libertadores y la Sudamericana. No se ha aclarado qué ocurrirá con el ascenso y el descenso.
Universidad de Concepción y Deportes Iquique son último y penúltimo en Primera, aunque la continuidad del torneo les habría permitido la oportunidad de salir de esos puestos, ya que están a un punto de la Universidad de Chile, tercera por la zona roja.
Las dos fórmulas que más debate han generado han sido la de crear para 2020 un torneo de 18 equipos, con los que participaron este año más los dos que ascienden. La otra, un estilo ‘superliga’ como el argentino, que por un año fusione los dos torneos con 32 equipos, eso se definirá más adelante.