Increíble pero real. Era un tema serio y llegó a la conferencia de prensa a hacer bromas. En el medio de la sanción por el escándalo de los jugadores, el presidente de la Fesfut, Hugo Carrillo, se quiso hacer el chistoso haciendo gala de un falso sentido del humor y hasta faltando el respeto a algunos periodistas. Lo hizo buscando algún guiño de los colegas, que salvo excepciones con alguna pregunta “dulce”, no le dieron cabida al presidente y continuaron con su trabajo profesionalmente.
¿Se imaginan al presidente de la Federación Inglesa haciendo algo parecido cuando debió hablar de Raheem Sterling, quien fue separado del equipo por indisciplina antes de una fecha FIFA? O, en otro ejemplo más cercano y de otro tema, ¿alguien pensaría que el presidente de la Federación de Costa Rica se dedicara a hacer chistes sobre la intempestiva salida de Gustavo Matosas de su selección? Es inimaginable.
Sin embargo, sí sucedió en el tercer piso del edificio de la Colonia Escalón. Cuando el colega William Alfaro le consultó sobre si habría algún plan de rehabilitación para jugadores con supuestos problemas de alcoholismo, no tuvo mejor idea que responder que “algunos presentadores deberían ir a esa rehabilitación”. Quiso crear un clima cómplice y quedó en ridículo.
Además, un clásico en cada entrevista o conferencia de Carrillo: en muchas de las respuestas da vueltas y no responde en concreto lo que se le pregunta. Sucedió ayer cuando le consultaron sobre las ausencias de Barahona y Pineda. Se fue por las ramas; no se supo qué contestó.