La escalofriante historia de los niños de 10 años que mutilaron a un bebé en Gran Bretaña
Hace 26 años los dos niños fueron condenados a 15 años de prisión por haber golpeado y torturado a James, de 2 años, y luego haberlo amarrado a una línea de tren.
Era el 12 de febrero de 1993, hacía mucho frío, el hielo penetraba los huesos. Denise Bulger tenía que pasar por la carnicería A.R. Tym’s, iba con su pequeño James, de apenas 2 años. Denise soltó el niño por unos momentos y se concentró en el vendedor que tenía enfrente. Ese fue el peor error que cometió en su vida.
Según un artículo publicado en The Sun, cuando Denise volvió a bajar la mirada para buscar a su pequeño, ya no estaba. Miró a su alrededor y no lo encontró. Entró en pánico al no saber dónde estaba James, pero nunca se imaginó que en ese momento, dos niños estaban consumando el crimen más escalofriante que se ha escuchado en Gran Bretaña.
Pasaron 3 minutos y Denise preguntó a todos por su hijo. Su miedo iba en aumento. Pidió a los agentes de seguridad del shopping que llamaran a James por los autoparlantes, y nada.
La policía se unió a la búsqueda y pudieron requisar las cintas de seguridad del shopping. Al observarlas con detenimiento se dieron cuenta que dos niños, que parecían tener 10 años por lo menos, habían tomado a James y lo habían sacado del centro comercial.
Ralph Bulger, padre del pequeño desaparecido, al ver los videos se convenció de que todo estaría bien: “Miré a Denise y sonreí. Va a estar todo bien, le dije. Solo son dos pequeños niños”, según el periódico The Sun. Pero nunca se imaginaron de lo que esas “criaturas” eran capaces.
James fue secuestrado el viernes, fue encontrado muerto el domingo 14 de febrero sobre las vías de la estación Walton & Anfield. La noticia resultó devastadora para los padres del pequeño.
Ese mismo domingo, una maestra reconoció las figuras borrosas de los niños secuestradores y dijo que eran alumnos suyos, unos chicos problemáticos que justamente ese viernes habían faltado a clases. Sus nombres eran: Jon Venables y Robert Thompson.
La policía se dirigió a los domicilios de los infantes, y lo que encontraron fue terrorífico: en las habitaciones de los niños había ropa y zapatos con sangre. Ellos eran los asesinos.
El camino de torturas de James
Aquella tarde de viernes, James se alejó de su madre entretenido, siguiendo a dos chicos que se portaron muy amables con él. Al principio, Venables y Thompson lo llevaban de la mano, pero pronto empezaron a torturarlo. En el camino, el pequeño Bulger recibió patadas y golpes. Cuando pasaron por el canal de Leeds en Liverpool, a unas cuatro cuadras del shopping, lo empujaron con fuerza tirándolo de cabeza sobre el pavimento. James se lastimó la cara y un enorme hematoma le salió en la cara.