La Ley de Comercio Electrónico fue aprobada recientemente por la Asamblea Legislativa, sin embargo podría quedar como “letra muerta” sino se implementa la firma electrónica certificada, aseguraron expertos en un panel organizado por el Centro de Estudios Jurídicos (CEJ).
La Ley de Firma Electrónica fue aprobada por el Órgano Legislativo en octubre del 2015, sin embargo pasados cuatro años aún no se ha implementado; el problema es que no hay una empresa certificadora de firma electrónica nacional.
Según explicó José Miguel Arévalo, presidente del CEJ, en principio “en la Ley de Firma Electrónica se estableció que la entidad que certificará la firma electrónica tiene que ser nacional y en el país no hay una empresa que pueda brindar este servicio y se excluyó a empresas internacionales que pudieran participar y no puede aplicarse una Ley de Comercio Electrónico sin firma electrónica. Sin firma electrónica es inviable la Ley de Comercio Electrónica”, señaló.
El punto es que para tener seguridad comercial y jurídica digital, un contrato electrónico debe ser respaldado por una normativa, en este caso la Ley de Comercio Electrónico y la seguridad de la transacción la debe dar la firma electrónica certificada.
“Hay un punto de conexión entre ambas leyes, porque en el marco ideal deberíamos hacer los contratos con firma electrónica certificada, porque la Ley le reconoce valor y no habría lugar a dudas que la transacción es correcta y tiene sustento legal”, dijo la experta en Derecho Privado, Ana Yesenia Granillo, una de las panelistas.
Y aunque celebró la aprobación de la normativa, dijo que “esto debió hacerse en los años 90”. Además observó que no solo es que debe implementarse la factura electrónica, sino que no se tomaron aspectos importantes como la economía colaborativa y las relaciones de consumo.
Según dijo Arévalo, la aprobación de la Ley de Comercio Electrónico viene a poner nuevamente sobre la palestra la discusión de la discusión de la implementación de la firma electrónica certificada y la reforma a la Ley que la rige.
“El Salvador carece de una empresa certificadora de firma electrónica avanzada, se carece de la tecnología, por lo que se debe evaluar, después de tantos años de aprobada, la Ley amerita hacer una reforma para permitir que entidades extranjeras puedan brindar el servicio de certificación de firma en El Salvador”, señaló el presidente del Centro de Estudios Jurídicos.
Ahora, Granillo señala que el hecho que se den estas carencias en estas normativas digitales, no significa que no haya comercio electrónico.
“Comercio electrónico tenemos”, aseguró, y detalla las compras por medios digitales en almacenes, supermercados, servicios como Uber o Airbnb. Sin embargo señala esta es otra deuda ya que estos negocios que se establecen no fueron incluidos dentro de la Ley de Comercio Electrónico.
“Es necesario que la Ley de Firma Electrónica se implemente en su totalidad a la brevedad posible, con el fin de dotar de seguridad jurídica a los contratos que se celebren a través de medios electrónicos, usando la plataforma del comercio electrónico”, subrayó Marjorie Trigueros, investigadora del Departamento de Estudios Legales de la Fundación para el Desarrollo Económico y Social de El Salvador (Fusades), quien fue otra de los panelistas.