La psicóloga Fátima Klee plantea que la ansiedad es una “emoción fundamental”, que ayuda a enfrentar las situaciones amenazantes. Sin embargo, cuando los niveles son tan altos que producen angustia y alteran la vida de una persona se dice que existe un problema de ansiedad.
Natalia lo sabe porque lo padece, pero lo descubrió hace poco, cuando fue remitida a la unidad de psiquiatría, para recibir tratamiento. Cuenta que se despertaba en la madrugada, con ganas de salir corriendo de su casa. Se ponía helada, el corazón le latía más rápido y, en ocasiones, sentía que tenía dificultad para respirar.
Entonces, pensaba que podía morir, pero su médico le explicó que eso no le pasará con un ataque de ansiedad. De manera que le recomendó que lo enfrentara con la convicción de que solo será un mal momento.
Entre los síntomas de la ansiedad figuran: miedo excesivo, pensamientos catastróficos, respiración entrecortada, taquicardia, manos y pies fríos, ganas de ir al baño, tensión muscular, aumento en la transpiración, presión elevada, temblores, dificultad de dormir, ataques de pánico y temor a realizar ciertas actividades.
Klee señala que el padecimiento es más común de lo que se cree y puede presentarlo cualquier persona. “Es uno de los problemas psicológicos más apremiantes en la actualidad…Se da en ambos sexos, relativamente igual en su frecuencia”, indica.
Pero sostiene que los síntomas y la intensidad pueden variar, así como las causas que los provocan. “Hay ciertas características que pueden ser comunes, pero la forma de dar respuestas en sus pensamientos o en sus acciones varían de una persona a otra”, agrega.
“Hay que tomar en cuenta que no todos vamos a sentir ansiedad por las mismas situaciones, tampoco vamos a tener la misma intensidad o frecuencia”, expresa.
“Puede estar originada por rasgos de la personalidad, por traumas; a causa de la ingesta de drogas; acumulación de estrés y falta de estrategias adecuadas para afrontarlo; puede estar relacionada con alguna enfermedad o algún otro problema psicológico”, añade.
En los últimos años, varias celebridades se han animado a hablar sobre el tema. Selena Gómez, Demi Lovato, Ariana Grande y J Balvin han sido algunos de ellas.
“Yo sufro de ansiedad y no es fácil, pero esto también pasará. Todo guerrero ahí afuera pasando por lo mismo que yo: ¡ve, busca ayuda! No estás loco por buscar un psiquiatra. La salud mental es una realidad”, escribió en su cuenta de Instagram en septiembre.
“Me siento un poco culpable cuando tengo brotes de ansiedad porque sé que, en ocasiones, es algo que solo está en mi cabeza. Pero, la verdad, me impresiona lo potentes que pueden llegar a ser”, compartió Ariana en el documental “Dangerous woman diaries”. Al igual que Balvin, aconsejó que busqués ayuda y hablés al respecto.
Puede que tus seres queridos no siempre te comprendan, pero es importante que seas paciente y amable contigo misma.
Acá te dejamos algunos consejos:
Ante un ataque de ansiedad, Klee sugiere:
- Mantener la calma.
- Técnicas de respiración profunda, para calmar los síntomas físicos.
- Acudir a un lugar seguro (de preferencia, sin ruido) y quedarse ahí hasta que pase la crisis.
- Beber sorbos pequeños de agua.
- Los amigos de los pacientes deben evitar frases como “no pasa nada” o “tranquilízate”, ya que la persona, en ese estado, se encuentra muy vulnerable. Presionarla para que se calme puede ser contraproducente.
- Tampoco es buena idea tratar de sostenerla o abrazarla. Lo ideal es dirigir su atención para que se concentre en otra cosa y no en sus síntomas ni el temor que experimenta.