El pasado 11 de octubre, Cassidy Stay cerró uno de los ciclos más fuertes de su vida con el juicio y condena de su tío Ronald Haskell, quien asesinó a sangre fría a su madre, padre y a sus cuatro hermanos pequeños.
Después de 5 años, Stay pudo hablarle al “monstruo que mató a su familia” y ver cómo la justicia estadounidense lo condenaba a morir por inyección letal.
Según Infobae, Cassidy a tres metros del asesino le dijo a viva voz:
“En los últimos cinco años yo solo quería saber qué sentías por mi persona y qué clase de arrepentimiento tenías. Mis familiares me repetían que solo sentís pena por vos mismo. Yo no quería creerlo porque estaba segura de que tenías que sentirte muy mal por haber asesinado a mi familia. Pero cuando escuché que no tenías ningún arrepentimiento algo cambió dentro de mí (…) El jurado decidió que vas a morir con una inyección letal y yo respeto la decisión. ¿Si creo que el castigo corresponde al crimen? No. Deseo que cuando mueras tengás el castigo que mereces por parte de Dios. ¿Te arrepentirás algún día? No lo sé. Pero quiero decirte que ya no me importa”.
¿Cómo ocurrió la tragedia?
El 9 de julio de 2014 los padres de Cassidy, Stephen Stay (39) y Katie Lyon (33), salieron a hacer un trámite bancario, y dejaron a Cassidy, que en ese momento tenía 15 años, a cargo de sus hermanos Bryan (13), Emily (9), Rebecca (7) y Zach (4). A las 5 de la tarde de ese mismo día, Ronald Haskell tocó la puerta de su casa, vestido como un empleado de FedEx.