Pides la cuenta del restaurante y ves que en tu factura está agregado un 10 % de propina. ¿Tienes que pagarlo por obligación o es tu decisión no cancelarla?
En El Salvador el pago de esta contribución por los servicios prestados, sobre todo en los restaurantes, no está regulado en ninguna ley, lo que significa que no es una obligación pagarla.
Esta retribución es más bien una costumbre comercial que queda a discreción de los consumidores y que busca reconocer el buen servicio prestado por los empleados.
El pago de la propina es más común en los restaurantes, pero también se entrega a personal de las gasolineras o a las empleadas de salones de belleza y barberías que han atendido bien a los clientes que frecuentan el negocio.
En el caso de los restaurantes es frecuente que el servicio se cobre automáticamente en la cuenta, pero de acuerdo con la Defensoría del Consumidor, este pago no está regulado en ninguna ley del país, por lo que pagarlo no es una obligación.
El pago no está estipulado ni en el Código de Comercio, ni en el Código Tributario o Ley del Consumidor.
Esto significa que queda a voluntad del cliente entregar la cantidad de dinero que crea conveniente de acuerdo al servicio prestado. Regularmente se cobra el 10 % en relación al monto consumido. Este porcentaje es similar en todo el mundo aunque hay países en los que se acostumbra pagar el 15 % y hasta el 20 % en relación al monto total de la cuenta.
El negocio, por su parte, no puede obligar o coaccionar al cliente para que pague esta gratificación.
Ingreso extra para los empleados
Sin embargo las propinas representan un importante ingreso para los meseros que logran agregar unos dólares más a su salario base.
Muchos de los meseros logran obtener hasta $200 al mes dependiendo de la ubicación del restaurante y el promedio de ingresos económicos de sus clientes.
La mayoría de los restaurantes cobra la propina automáticamente en la cuenta total del cliente y luego el patrono distribuye ese dinero entre el número de empleados del establecimiento.
El 22 de octubre la Asamblea Legislativa aprobó por primera vez una reforma al Código de Trabajo que obliga a los patronos a entregar los ingresos en concepto de propinas a sus empleados en un plazo máximo de 15 días.
Esto, a raíz de denuncias recibidas en el Ministerio de Trabajo de que algunos dueños de locales se quedaban con los ingresos de las gratificaciones de los empleados ya sea los pagados en efectivo o los que se cobran a través de las tarjetas de crédito.
La reforma trata de amparar el derecho de los trabajadores a recibir oportunamente esta gratificación como parte de su salario.
Leo Guzmán, presidente de la Asociación de Restaurantes de El Salvador (ARES) dijo en su oportunidad a los diputados que le consultaron al respecto que la mayoría de restaurantes traslada oportunamente las propinas a sus empleadores, pero explicó que algunos locales varían el traslado de este dinero de acuerdo a la forma de pago de los clientes, pues muchos cancelan su cuenta a través de tarjetas de débito o crédito.
Manuel Arias, quien trabaja en servicio al cliente en un restaurante de Antiguo Cuscatlán, relató que en su empresa no se agrega automáticamente la propina a la cuenta total, pero que lo que reciben de los clientes se va a un fondo común que luego se reparte, cada semana a todo el personal, incluidos los cocineros. Del total recogido en propinas el 6 % se le entrega a los meseros repartidos en partes iguales y otro 4 % se le entrega a los cocineros.
Sin embargo Omar Montepeque, mesero de un restaurante en la zona universitaria y que tiene más de 12 años en el rubro, cuenta que en algunos restaurantes solo pagan una cuota fija de propina a los empleados. “Pagan entre $40 y $50 fijos en propinas independientemente de que el restaurante haya vendido mucho en ese mes”, añadió.
Para Montepeque es injusto que los patrones traten de apropiarse de este dinero pues es un reconocimiento específico al trabajo y buen servicio que dio una persona a su cliente.
Arias también afirma que esta propina es un pago al esmero que pone cada trabajador pone en su trabajo. “Nos esmeramos en la limpieza, en el montaje de mesas y dar el mejor servicio posible a los clientes pues sabemos que luego ellos reconocerán esto con su pago”, afirmó.
Arias cuenta que algunos clientes son tan considerados que entregan propinas de hasta $40 o $60 a los meseros por su buen servicio. “Son personas que ya nos conocen o que valoran el trabajo que uno hace”, contó.
Y al igual que Montepeque, Arias asegura que son los clientes extranjeros los que más propina dejan a los trabajadores.