Iván Eduardo Crespín Alfaro, de 22 años, salió el pasado jueves a amenizar una celebración de cumpleaños a la lotificación El Tesoro del municipio de Olocuilta y no regresó más a su casa.
Sus padres emprendieron la búsqueda ese día sin obtener ningún resultado favorable. La mañana de este viernes el joven fue encontrado muerto en la cancha de la referida localidad.
El hallazgo del cadáver fue reportado al sistema 911 eso de las 7:25 de la mañana por una persona que circulaba por el lugar.
La Policía Nacional Civil (PNC) informó que la víctima tenía varios impactos de bala en la cabeza y otras partes del cuerpo. Una fuente policial indicó que Crespín no estaba perfilado como pandillero.
El agente agregó que el padre del joven comentó que el jueves por la noche iniciaron la búsqueda de su hijo al ver que no regresó al hogar después de la fiesta de cumpleaños a la que asistió. El señor contó a la Policía que lo buscaron por los lugares cercanos y nadie daba razón de él.
Hasta el momento las autoridades desconocen el motivo del asesinato del joven, sin embargo no descartan que las pandillas tengan relación con la muerte violenta, pues en la zona delinque la pandilla 18.
Los familiares de la víctima aseguran que no había recibido ninguna amenaza y que era un joven trabajador y aparte de desempeñarse como amenizador de fiestas, también trabajaba como mecánico.
“Un cipote lo fue a sacar de la casa ayer”
El padre de la victima relata que muchacho lo fue a sacar hasta la casa, ayer por la tarde, para amenizar una fiesta. El señor cuenta que Eduardo le dijo a su madre que a las 10 de la noche iba a regresar a la vivienda. La familia al ver que su hijo no regresaba y no contestó más las llamadas emprendieron la búsqueda. “A eso de la 1:00 de la mañana fuimos hasta la casa de la señora que me lo trajeron para acá pero tampoco ella había llegado”.
El señor cuenta que su hijo estaba contento porque le iban a pagar $20 por el rato. “Mi hijo salió de casa con su computadora y un nuevo “mixer” que un amigo, que tienen los carros en el taller le había enviado de los Estados Unidos, pero no volvió más”, relata entre lagrimas.
El angustiado padre pide a las autoridades que investiguen al “cipote” que fue a sacar a Eduardo de la casa, pues según el señor, el muchacho tiene amistad con los pandilleros que delinquen en el sector.