Ocho años, decenas de colectivos, artistas, gestores y un modelo cultural beneficioso y querido por muchos salvadoreños. Así fue la esencia de La Casa Tomada (LCT), un proyecto que se conoció como una extensión del Centro Cultural de España en El Salvador (CCESV), y que el próximo jueves 31 de octubre clausura sus puertas.
La noticia llegó de súbito para los habitantes de este espacio. Y es que, la decisión del propietario de vender el inmueble no dio tiempo para una respuesta más planificada.
De acuerdo con la directora del CCESV, Eloisa Vaello, las pláticas se tuvieron, sin embargo, el titular no daba la seguridad de que un renovado contrato (pagarían el triple de lo que actualmente se desembolsa), se cumpliera a cabalidad.
Esa resolución dio paso a que los colectivos habitantes y nómadas deban buscar otros horizontes para que sus proyectos no sucumban.
“A corto plazo abrir una Casa Tomada 2 no nos es factible, porque implica un trabajo de buscar un nuevo espacio, y ponerlo en marcha requiere un trabajo de reflexión, de volver a planear lo aprendido en estos ocho años (…) No podemos cerrar en octubre y abrir en noviembre un nuevo espacio”, dijo Vaello.
Sin embargo, la dinámica de LCT permitió que grupos, asociaciones, empresas, profesionales de la cultura y emprendedores cogestionaran el sitio a través de asambleas y comisiones de trabajo, creándose así un desarrollo humano y económico. Ese prototipo de autogestión es el que ahora deberán replicar en otros lugares.