Norma es una mujer de fe. Su confianza está puesta en Dios, por eso le reza todas las mañanas. Foto EDH
Una lucha que continúa
Norma se ha sometido a su tratamiento con quimioterapias, las cuales terminaron en septiembre, pero su lucha continúa con las radioterapias, y aunque aseguró tener momentos de miedo siempre cuenta con el apoyo de quienes la aman.
Su mamá es una de esas personas, se llama Blanca y es una mujer que, a pesar de sus 72 años, no deja de demostrar el vínculo tan puro de una madre para cuidar de sus hijos, aunque estos ya estén mayores.
“El proceso ha sido muy difícil, pero soy tan feliz de tener a mis hijas y a mi madre para que me sirvan de apoyo en momentos como los que hemos pasado, ellas me han demostrado que las cosas se asumen con valentía y buena actitud”, aseguró.
Por otra parte, los cambios físicos que ha vivido Norma también la han marcado, como la pérdida de 40 libras de peso y la caída de su cabello; y cuenta que en varias ocasiones cuando presenta el DUI le preguntan si era la misma persona de la fotografía.
“Al verlo (el DUI) parece que se quedan asombrados y es que he cambiado mucho, baje de peso y mi cabello está muy corto; pero eso para mí no es problema, el pelo crece y ahora me lo veo hasta más bonito”, dijo con una sonrisa.
Además, reflexionó sobre lo importante que ha sido sentirse bien consigo misma para proyectarle tranquilidad a su familia, ya que lo considera clave para que todas afronten la situación de la mejor manera.
Al preguntarle sobre sus sueños, volvió a sonreír y confesó que desea viajar mucho con sus hijas “no importa si es solo acá en el país”, pero quiere disfrutarlas y pasar más momentos bonitos junto a ellas.
Mientras dirigía su mirada hacia las dos chicas, guardó silencio por un momento y expresó: “Bueno más que eso, quiero estar en la graduación de mi hija menor, ya vi recibir el título a la mayor, y ambas son mi gran tesoro porque las amo”, finalizó.