Testigo declara que oficial del Ejército le vendió a la pandilla MS cuatro ametralladoras

Testigo “Noé” declaró en juicio que el militar les vendió las armas, en 2014, a un monto de $14,000. En enlace del oficial era un pandillero de Sonsonate.

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Estas armas fueron encontradas en Ahuachapán, entre ellas una ametralladora M-60, en mayo de 2015. Estaban dentro de un vehículo y fueron abandonadas aparentemente por pandilleros. Foto EDH / Archivo

Por Diana Escalante

2019-10-16 9:08:35

Por segunda vez en la semana, “Noé”, el testigo que lleva siete días declarando en el Juzgado Especializado de Sentencia “A” de San Salvador contra 425 integrantes de la Mara Salvatrucha (MS), a la que él perteneció, reveló información que involucra a militares con hechos delicuenciales.

Este miércoles, el hombre aseguró que un oficial del Estado Mayor, de quien dijo no saber el nombre, le vendió a la MS cuatro ametralladoras M-60 a un monto de $14,000.

El enlace que este militar tenía con la agrupación criminal era el pandillero Víctor Manuel Linares, del “programa de Sonsonate”. La transacción de las armas, según la fuente, fue en 2014.

“Noé” agregó que el oficial también le pagaba entre $5,000 y $10,000 al delincuente a cambio de recibir beneficios durante unas elecciones para diputados y alcaldes. También lo alertaba cuando las autoridades iban a hacer operativos.

Aunque en la audiencia no se conocieron más detalles sobre la venta de esas armas, la información coincide con la que reveló un testigo, el año pasado, en el juicio contra más de 80 pandilleros y colaboradores procesados en el caso “Operación Jaque”.

En abril de 2018, el testigo protegido con la clave “Capricornio” declaró ante el juez que un oficial de la Fuerza Armada, de quien dijo desconocer el nombre, ofreció venderle a la MS cuatro ametralladoras M-60 que fueron hurtadas, en junio de 2014, de un almacén del Regimiento de Caballería en San Juan Opico, La Libertad.

Un mes después, la estructura San Cocos Locos Salvatruchos, que delinque en Sonsonate, aceptó comprar tres de ellas a un monto de $10,500 (dos a un precio de $6 mil y la otra a $4,500 porque incluía una caja de municiones).

El propósito, según “Capricornio”, era armarse para cometer ataques contra jueces, fiscales, policías y soldados, tras haber terminado la tregua pactada en marzo de 2012, en el Gobierno de Mauricio Funes.

En mayo de 2015, aparentemente tras enterarse de que las autoridades les seguían la pista, los pandilleros se deshicieron de las ametralladoras en Ahuachapán. Estas fueron halladas dentro de un vehículo que estaba abandonado en la colonia La Chacra.

La Fiscalía presentó al testigo para que revelara cómo operaba la estructura y los delitos que cometió desde que se fundó, en 1994, entre ellos homicidios, extorsiones, tráfico de armas y distribución de droga.

Juicio contra más de 400 cabecillas de la Mara Salvatrucha a nivel nacional. Foto EDH / archivo

Militar entrenó a dos pandilleros

El martes, “Noé” declaró que la pandilla pagó $500 a un instructor de la Fuerza Armada para que lo entrenara a él y a otro marero en clases de tiro para francotirador.

El testigo relató que un pandillero apodado “Bóxer” se encargaba de realizar los pagos a un oficial del Ejército, a quién nunca le conoció el nombre.

Indicó que realizó varios entrenamientos en un cuartel de la Fuerza Armada situado en el occidente del país. El testigo agregó que solo la clica de San Cocos Salvatruchos de Acajutla recolectaba mensualmente $30,000 de la venta de drogas y armas de fuego.