América Latina desperdicia $97,000 millones en alimentos

En el Día Mundial de la alimentación la FAO insta a reducir el desperdicio per cápita en la región.

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La FAO ha señalado en varias oportunidades que una de las razones del desperdicio de alimentos son las malas compras. Foto EDH/ Archivo

Por Karen Molina/ Agencias

2019-10-16 4:30:52

Cada año América Latina desperdicia un aproximado de 127,000 toneladas de alimentos que representan un tercio de todo lo que produce y equivale a más de $97,000 millones, según datos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

Por grupo de alimentos, el desperdicio en la región se da más en cereales (35 %), raíces y tubérculos (40 %), oleaginosas y legumbres (20 %), frutas y hortalizas (55 %), carnes (20 %), lácteos (20 %) y pescados y mariscos (33 %).

Este desperdicio tiene lugar a lo largo de la cadena de valor de la que hacen parte producción (28 %), procesamiento (6 %), manejo y almacenamiento (21 %), distribución y mercado (17 %), y consumo (28 %).

“El desperdicio de los consumidores a menudo se debe a una mala planificación de las compras y comidas, las compras excesivas (influidas por el tamaño excesivo de las porciones y los envases), la confusión por las etiquetas (fechas de consumo preferente y de caducidad) y un mal almacenamiento en el hogar”, señala la FAO en su informe “El estado mundial de la agricultura y la alimentación”, publicado en el marco del Día de la Alimentación que se conmemora este 16 de octubre.

Qu Dongyu, director general de la FAO, se pregunta: ¿cómo podemos permitir que se tiren alimentos cuando más de 820 millones de personas siguen pasando hambre en el mundo cada día?, indica su prólogo en el informe.

El director señala que es necesario que se intensifiquen los esfuerzos por reducir el desperdicio de alimentos per cápita a fin de lograr declarar Hambre Cero según la agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.

“Al reducir el desperdicio de alimentos de los consumidores, puede mejorar su disponibilidad de alimentos y el acceso a estos, como también los de los posibles beneficiarios directos de los planes de redistribución, pero los agricultores y otros actores de la cadena alimentaria pueden estar en peores condiciones al vender menos o a precios más bajos”, señala la FAO en su informe.

A nivel global, la cifra alcanza los 1,300 millones de toneladas de alimentos desperdiciados por año, que equivalen a un tercio de los que se producen para el consumo humano.

Si bien la situación se extiende por todo el planeta, cambia en función de cada región.

Así, por ejemplo, en las zonas más desarrolladas, como Estados Unidos o Europa, “el desperdicio se da al final de la cadena de valor, es decir, en la distribución, mercadeo y los consumidores”, aclaró Sturzenegger.

Al respecto, Sara Granados, especialista en sistemas de alimentos para América Latina y el Caribe de la FAO, sostuvo que “aunque en la región hay una pérdida inevitable, que asciende aproximadamente al 10 %, es responsabilidad de todos, productores y consumidores, reducir esa cifra”.

El compromiso es urgente “si se tiene en cuenta que el impacto del fenómeno es social, económico y ambiental”, agregó.