La idea de Circo bar surgió en 2009, cuando el actual propietario, Justo Sol, adaptó la casa de sus abuelos a un local con una temática colorida, fresca e innovadora.
Circo inició operaciones el 31 de octubre de 2009 y en ese momento, tenían capacidad únicamente para recibir a 75 clientes. Diez años después su capacidad alcanza las 700 personas y emplea a 30 personas entre bar tenders, meseros y cocineros.
El nombre del establecimiento, según Sol, hace alusión a la nostalgia e impresión que todas las personas guardan con el circo como un espectáculo visual y emocional.
El establecimiento cuenta con amplias instalaciones que usan el color como un instrumento para transmitir alegría y a las plantas como elementos para dar viveza.
Todo eso más la decoración llena de pinturas y elementos artísticos permiten que el lugar se adapte a cualquier tipo de fiesta temática que transporte a los clientes hasta un lugar agradable y diferente.
Para Sol, cada lugar de esparcimiento debe ser único y por ello buscan “más allá de vender un producto o servicio, proveer una experiencia llena de felicidad”.