Así son elaborados los tradicionales nuégados “boca de cántaro” de Atiquizaya
Atiquizaya tiene sus propios nuégados. No son a base de yuca y en pequeñas bolas, como en otros lugares del país; son circulares y huecos, con un diámetro de más 10 centímetros. Eso sí, están bañados con el tradicional dulce de panela. Por su forma, hay personas que lo conocen como “boca de cántaro”.
Atiquizaya tiene sus propios nuégados. No son a base de yuca y en pequeñas bolas, como en otros lugares del país.
Los miembros de la familia Laguán, en el barrio Las Salinas, son de los más antiguos en dedicarse a su elaboración en el municipio ahuachapaneco.
Los nuégados son elaborados por encargo, ya sea por personas particulares o comerciantes, quienes hacen los pedidos para venderlos en la ciudad y otros municipios aledaños.
Los nuégados son elaborados por encargo, ya sea por personas particulares o comerciantes, quienes hacen los pedidos para venderlos en la ciudad y otros municipios aledaños.
Los nuégados de doña Teresita, como popularmente son conocidos, son adquiridos principalmente el 1 y 2 de noviembre en el marco de la celebración del Día de los Difuntos.
Para ambos días, son cerca de 35,000 unidades las que preparan, ya que la octogenaria se instala en las cercanías del cementerio, donde personas que van a enflorar las adquieren hasta por docenas. La unidad cuesta $0.25.
En promedio, son cuatro horas las que se requieren para la preparación de 100 nuégados.
La preparación inicia hasta con ocho días de anticipación para lograr dar abasto con sus clientes.
Los nuégados son ofrecidos en dos opciones: completos y chorreados; estos últimos son los que tienen miel únicamente a la mitad para las personas que no les gustan muy dulces.