El inventor salvadoreño de la llamada Turbococina, René Mauricio Núñez; y los acusados de quererse apropiar de su creación, el ciudadano español Juan Cardenal Gistau, de 43 años; y el empresario salvadoreño Diego Salcedo Moore, de 45, seguirán la batalla en los tribunales. Así lo decidió este miércoles el Juez Quinto de Instrucción al dar su fallo: que se abra juicio en este caso.
Núñez ha acusado a los ciudadanos españoles del delito de violación de privilegios de invención en perjuicio del patrimonio privado y de la propiedad industrial en perjuicio de él.
“Para el juez Sidney Blanco los imputados realizaron actos jurídicos del invento sin contar con la autorización de su inventor, al respecto se ha acreditado suficientes elementos del comportamiento de los imputados, firmaron convenios, hicieron entregas del dispositivo,

Mientras que a un tercer acusado, el español Juan Cardenal Pombo, de 67 años, el juez Blanco lo sobreseyó de manera definitiva por el mismo delito. Pero en el delito de estafa agravada, el cual se le atribuye al igual que a Cardenal Gistay y Salcedo Moore, los sobreseyó de manera provisional.
La Fiscalía tendrá un año para autenticar contratos y demás documentación y pedir o no la reapertura, informó Juzgados.
La denuncia ante la Fiscalía fue presentada el 17 de septiembre de 2014 por el ingeniero

El inventor denunció a los
Según el ingeniero Núñez, él ha trabajado 25 años en beneficio de El Salvador y la humanidad con ese proyecto. “Lo que quiero es que se haga justicia y que se me devuelva lo que es mío y que pueda continuar hacia adelante porque es algo de todos los salvadoreños”, dijo a principios de septiembre durante la audiencia preliminar.
Pero del otro lado están los imputados, tres empresarios (dos españoles y un salvadoreño), quienes aseguran haber aportado más de $800, 000 en la invención y pagado más de 126,000 euros ($138, 600) a Núñez para desarrollar la iniciativa entre los años 2009 a 2012 sin que a la fecha haya dado fruto.