Vocación

La base de la paz social es el respeto a los derechos humanos ajenos, donde la vocación jamás debe implicar pérdida o renuncia o cesión de derechos

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Braima Suncar Dabo (R) de Guinea-Bissau, asiste a Jonathan Busby desde Aruba a través de la línea durante la ronda de clasificación masculina de 5000 metros en el Campeonato Mundial de Atletismo. EFE/EPA/JEAN-CHRISTOPHE BOTT

Por Mirella Schoenenberg Wollants

2019-09-27 5:43:34

Mientras más se lee se conocen más palabras y se descubre cómo muchas de ellas se usan para expresar ideas diferentes a aquellas por las cuales nacieron. Un caso de esos es el sustantivo rabia, el cual nació para indicar una enfermedad. No obstante, luego se utilizó para designar sentimientos de ira o enojo en una persona. Villano es otro caso, originado para señalar al habitante de una villa, pero con el paso del tiempo adquirió el significado de ruin, indigno e indecoroso.

Pues hoy me interesa expresarme sobre la palabra “vocación”, originada en la lengua latina “vocatio” o “vocatus”, con el verbo “vocare”, denotando “llamado”. Así la vemos en la Vulgata, es decir, la traducción de la Biblia hebrea y griega al latín, cuando Jesús dijo “multi autem sunt vocati pauci vero electi” (“Muchos son los llamados y pocos los escogidos”). Luego se dio el mismo fenómeno: vocación llegó a ser usado para significar, en el mundo religioso, la inclinación a la vida eclesiástica, y en la vida laica, la inclinación hacia una actividad o profesión.

Sin embargo, tal como lo indican los expertos en lingüística, las condiciones históricas, sociales y culturales en las comunidades han generado que el concepto de VOCACIÓN continuase variando hasta encontrar un nuevo uso: el sentimiento de los profesionales de salud de trabajar sin pago o remuneración.

El desconocimiento de las palabras viene a mi mente al observar hechos nacionales como el de los profesionales de la salud, ya sea médicos, odontólogos, enfermeras, técnicos y otros, tanto graduados como estudiantes, reclamando ya sea, porque se les dé plazas remuneradas, o que se incrementen sus salarios; y que no saben cómo responder cuando les argumentan que deben soportar su situación si es que realmente tienen “vocación”.

Dado el giro del pensamiento latinoamericano actual, gracias a la difusión masiva y educación informal sobre el tema de los Derechos Humanos y los derechos laborales, así como el incremento estrepitoso del costo de la vida, es de importancia ética que todas las personas conozcan el verdadero concepto de VOCACIÓN.

En nuestra vocación intervienen muchos aspectos: lo que vimos en nuestros hogares, personas a las cuales admiramos, gustos e intereses, las cosas que nos reconfortan y nos causan curiosidad, habilidades innatas o que hemos aprendido, así como nuestra personalidad, nuestra forma de ser y de actuar, de asumir y enfrentar las cosas.
Vocación no es más que la aptitud de una persona para realizar una actividad donde el trabajo que se realiza gracias a esa aptitud legitima la entrega de una remuneración.

La vocación la tienen los ingenieros, los abogados, los mecánicos, los maestros, los empresarios, los funcionarios públicos y los vendedores; pero de ninguno de ellos se espera que presten sus servicios de manera gratuita. Inclusive, ciertos inmuebles, dadas sus características, se les denomina “Terreno con vocación comercial”, es decir, que es apto para realizar en él la actividad mercantil.

La base de la paz social es el respeto a los derechos humanos ajenos, donde la vocación jamás debe implicar pérdida o renuncia o cesión de derechos. ¡Hasta la próxima!

Médica, nutrióloga y abogada

mirellawollants2014@gmail.com