El mítico Agente 007 estuvo en El Salvador en favor de la niñez

La enseñanza, obviamente, comienza desde la cuna e inicia en los hogares. Cada niño que nace es como un pequeño ser de instintos básicos, “un tubo digestivo con dos extremos ruidosos”, que además viene al mundo con una muy buena capacidad para arremedar a los adultos que le rodean y que además le facilita aprender a hablar.

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El Departamento de Bomberos de Nueva York (FDNY) logró apagar las llamas a las 8:50 de la mañana. Foto EDH/archivo

Por El Diario de Hoy

2019-09-22 2:48:42

El célebre actor británico Roger Moore se refirió a la serie de filmes sobre las aventuras y andanzas de James Bond como deleitosas comedias que era imposible tomar en serio, más cuando el nombre de dicho “agente secreto” era de sobra conocido por los villanos que perseguía.

Pero las andanzas, peripecias, desafíos y victoriosos finales de Bond eran y siguen siendo la ilusión de muchos adolescentes, un héroe semi-mítico como lo fueron en la antigüedad Hércules y Teseo, o San Jorge en el Medioevo cristiano.
Moore estuvo en El Salvador en agosto de 1991 para entregar a Fabricio Altamirano, de este Diario, el premio UNICEF por su labor en favor de la niñez, el cual ganamos en innumerables ocasiones.

Son varias las etapas de nuestro esfuerzo a favor de la niñez, las que iniciaron con el programa “Los niños y nosotros” y el Guanaquín Escolar para que los maestros usaran ejemplares del periódico para enseñar a los niños a ejercitarse en lectura, hasta números, geografía, historia… cada maestro que se unía al programa daba forma a los contenidos que utilizaría.

A dicho programa siguió, y se mantiene, la publicación de páginas educativas para suplir textos cuando la guerra destruyó escuelas y con ello mucho material didáctico; con comprar un ejemplar del Diario y pegar en las paredes estas páginas ilustradas, todos los niños podían ver mapas, gráficas sobre botánica, el cuerpo humano, el sistema solar… no hay espacio en esta nota para enumerar todos los temas que se trataron y se siguen exponiendo.

Lo esencial es que educar a niños y jóvenes, abrirles ventanas al mundo, despertar su curiosidad; alentar buenas ambiciones es un deber de todos en este suelo, más después de los años de engaño, pésimas lecturas “oficiales”, de los peligros que acechan a la juventud en la actualidad, desde los vicios hasta las pandillas, una maldición que solo va a erradicarse con estudiadas estrategias, no con una versión más de previas “manos duras” y “manos súper duras”.

La educación, los principios y las palabras son la mejor presentación

La enseñanza, obviamente, comienza desde la cuna e inicia en los hogares. Cada niño que nace es como un pequeño ser de instintos básicos, “un tubo digestivo con dos extremos ruidosos”, que además viene al mundo con una muy buena capacidad para arremedar a los adultos que le rodean y que además le facilita aprender a hablar.
De allí el sonsonete de…

“Maravillábase un portugués
“Que desde su más tierna infancia
“Todos los niños en Francia
“Supiesen hablar el francés…”

Esto, para el buen hombre, era producto de una superchería.

Es muy importante que los niños aprendan a hablar lo mejor posible, más considerando que “el buen decir” es una tarjeta de presentación, lo que dice mucho de la persona.

Y sin duda, mucho ayuda que los padres les lean buenos textos, como los que son el contenido básico de nuestros programas escolares y de lo que se publica de noticias y anuncios.

Al presentarse como aspirante a un empleo, la manera como la persona se expresa puede ser decisiva para pasar o no la prueba.

Mr. James Bond, el impecable inglés de impecables modales, también habla impecablemente, como deseamos nosotros para todos los jovencitos en El Salvador.