Sábado amargo para el Barcelona, que después de su goleada al Valencia (5-2), se presentó en el estadio de Los Cármenes con Lionel Messi y con Ansu Fatien el banquillo desde el inicio del choque. De esa propuesta, salió líder el Granada, uno de los recién ascendidos que ha dado la sorpresa de los primeros compases del curso.
El cuadro azulgrana fue superado desde el segundo minuto, cuando el nigeriano Ramon Azeez abrió el marcador tras rematar con la cabeza un centro de Antonio Puertas que rebotó en Gerard Piqué. Su tanto fue el preludio de una serie de ocasiones que pudieron aumentar el marcador, pero ni el mismo Puertas ni el venezolano Darwin Machís, en un contragolpe, pudieron hacer el segundo.
Sí lo hizo Álvaro Vadillo, que marcó su primer gol en Primera después de transformar un penalti por mano del chileno Arturo Vidal. Era el minuto 66 y Messi y Ansu Fati ya estaban sobre el terreno de juego.
Nada cambió con su presencia. El Granada se convirtió en un líder merecido y el Barcelona demostró que tiene un problema lejos del Camp Nou. Por tercer partido seguido en la presente Liga, no gana fuera de su estadio. Un sólo tiro entre los tres palos delató su falta de acierto. El campeón se pasea errático.