Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la demencia afecta a 50 millones de personas en todo el mundo, una cifra que según las previsiones se habrá triplicado para 2050.
La Enfermedad de Alzheimer es la forma más extendida de demencia (entre el 60 % y 70 % de los casos) y, de acuerdo con la Confederación Española de Alzheimer (CEAFA), su impacto tanto en los cuidadores, como en la familia y la sociedad puede afectar a la esfera física, psicológica, social y económica.
Para ayudar en el día a día a familiares y cuidadores de las personas que sufren esta enfermedad neurológica degenerativa, la CEAFA ha desarrollado la Guía del Alzheimer 2019, la que presenta ideas y consejos para manejar la enfermedad de una mejor manera.
Para mejorar la comunicación
Las siguientes recomendaciones son de gran ayuda en una faceta fundamental como es la comunicación.
-Utiliza el tono de voz más grave posible, elimina ruidos o actividades que la distraigan.
-Usa frases cortas y simples, haz las preguntas de una en una y no des más de dos posibles respuestas. Habla despacio y espera con paciencia.
-Para la comunicación no verbal se recomienda estar agradable, calmado y colaborador.
-Identifícate por tu nombre y llama a la persona por su nombre, de algún modo físico exprésale cariño al paciente o a tu familiar.
-Otro consejo es que te le acerques de frente, míralo directamente a los ojos, mantén el contacto visual en la conversación, comprueba si presta atención y si no vuelve a intentarlo en unos minutos.
– Otras indicación es que refuerces lo positivo y minimices los errores. Ten en cuenta que los sentimientos que expresa un paciente de alzahéimer pueden ser muy diferentes de lo que dice.
– Trátalo siempre como un adulto y no como un niño, inclúyelo en las conversaciones y no hables de él en su presencia como si no estuviera.
Alteraciones de conducta
Conforme el alzhéimer evoluciona, el paciente sufre alteraciones de la conducta y del sueño. En esta situación puedes probar los siguientes consejos:
– Para un buen sueño se debe favorecer la actividad física, pero también evitar que duerman por largo tiempo durante el día. Una siesta de 30 o 40 minutos es adecuada.
– Por la noche también es importante que vayan al baño antes de acostarse, para no interrumpir el sueño. Igualmente puede ser útil poner barandas en la cama del enfermo para disuadirlo de levantarse o evitar que se caiga.
– Una iluminación suave por la noche, evita desorientaciones. Si se levanta háblale suavemente y recuérdale la hora que es.
– Algunos se levantan para dormirse en el sofá, y hay que permitirlo o valorar la seguridad del domicilio.
– También deben evitarse las pastillas para dormir, ya que pueden provocar mayor confusión durante el día, aumentar las caídas y la incontinencia.
– Otra situación que se presenta es el vagabundeo, esto es cuando caminan de día y de noche sin parar. La guía del alzhéimer recomienda que si está perdido hay que darle instrucciones. Otra buena idea es ponerle brazaletes de identificación, por si se pierde.
– Pérdida de interés o indiferencia. Es importante mantener a la persona lo más activa posible, sin obligarla, así como potenciar sus habilidades, aficiones o pasatiempos, pero todo de forma progresiva, que se sienta importante y activa.
– Ante la angustia e irritabilidad, responde de forma calmada, sin agresividad, quita a la persona de la situación que le afecta, busca el elemento que lo ha precipitado o distráela.
– Si presenta ansiedad, nerviosismo e inquietud, distrae a la persona, dale tranquilidad y cariño.
– Si grita, se queja o insulta, no intentes interpretar lo que dice, ya que puede no corresponder con la realidad.
– Hay que evitar argumentarle o contradecirle, no intentes razonar y recuerda que un enfermo de alzhéimer a quien peor trata es al familiar que más quiere y que lo cuida.
– La propia enfermedad hace que en muchas ocasiones las personas quieran expresar afecto y les salgan insultos o palabras negativas.