¿Divina vocación? O ¿Vocación divina?

No describiré lo que es la vida de un médico. Sería la de no terminar. Pero sí puedo describir lo que ser médico significa: servir a su prójimo

descripción de la imagen
Foto Por Instagram

Por Ricardo Lara

2019-09-20 5:55:07

Se define vocación como “inclinación o interés que una persona siente en su interior para dedicarse a una determinada forma de vida o un determinado trabajo”. Es una definición a la que le haría alguna modificación: “No es trabajar de gratis”.

La vocación no es inherente únicamente al médico sino que es algo que lo experimenta cualquier persona en el ámbito en que se desenvuelve. Puede ser un maestro, una enfermera, una monja, un pastor, un cura, un agricultor, un carpintero.

Hablaré desde el sector salud para intentar definir ese sentir que llamamos vocación. Quizá la palabra correcta que describe el trabajo de una persona es en su día a día y esta vocación se convierte en pasión por servir, es día a día que surge una motivación interior para que esa vocación sea puesta en beneficio de nuestro prójimo. Algo que resulta interesante y debemos preguntarnos es ¿cuándo surge la vocación? Hace un año, en una entrevista, fui enfático en decir que la vocación se adquiere con el tiempo con diario vivir pero creo que la mayoría de médicos descubre la vocación en la medida que se toma conciencia de la necesidad de ayudar, poco a poco vamos adentrándonos en tomar una decisión: ser médicos y en ese momento que elegimos olvidar y dejar a un lado nuestra vida para salvar otras vidas; poco importa la recompensa económica, es la realización del deber cumplido después de una larga jornada la mejor paga que recibe un médico; no hay profesión en el mundo donde entre dos seres humanos totalmente desconocidos se dé un intercambio de respeto, de servicio, de ayuda y de compasión.

No describiré lo que es la vida de un médico. Sería la de no terminar. Pero sí puedo describir lo que ser médico significa: servir a su prójimo; en una sociedad tan dividida como la nuestra pareciera que el binomio médico-paciente pierde fuerzas, se vuelven fuerzas antagónicas. ¡Nada más alejado de la realidad!

Y como de todo hay en la viña del Señor, tenemos grandes médicos, éticos, honorables y también no se puede ocultar al médico aburrido, prepotente y sin vocación. ¿Por qué escogieron la medicina? Solo ellos lo sabrán pero no me detendré en esta raza tan especial sino que me referiré al médico por vocación; aparte quedan colores políticos y menos ideologías, la vocación no entiende de discriminación hacia el otro y por ende debemos entender que en ese sencillo consultorio se da un intercambio de dones: respeto, confianza, ética y el silencio profesional.

A pesar de los avances de la tecnología jamás reemplazará las manos cálidas de un médico, el apoyo oportuno, el resolver un problema. Todo esto pasa en el mayor anonimato posible y debe ser el paciente la razón de ser de la vocación del médico, ¡No hay más! Entender que la realización personal no va ligada a la parte económica no deja de parecer un espejismo pero los que trabajamos en el sector salud conocemos una realidad quizá desconocida para la mayoría de la población: salarios muy por debajo de lo que el trabajo demanda y lo delicado de este pero ni así se logra amilanar el espíritu indomable del médico por vocación. Tanto pacientes como médicos tenemos las mismas necesidades. En estos días vemos cómo se discute el tema del salario para todos.

En lo personal mi posición y opinión es que los tiempos ya cambiaron y todo salvadoreño que esté en proceso de formación está en eso, formándose, tenemos que aspirar que todo médico en servicio social, todo personal de enfermería en servicio social y todo aquel que aspira desarrollar su conocimiento y poner en práctica su vocación sea en el servicio social donde el Estado le pueda reconocer económicamente un salario para dignificar y reconocer su trabajo, para garantizar un mejor valor agregado y para poder exigir el cumplimento a normas, reglamentos , horarios y todo el que hacer que conlleva el servicio social en un periodo de un año exacto. Al final que será ¡Vocación Divina! o ¡Divina Vocación!

“Honra al médico en atención a sus servicios, porque también a él lo ha creado Dios. Del Altísimo depende el recobrar la salud, y de Dios se reciben los beneficios”.

Médico