La palabra atol o atole es de origen náhuatl y proviene de “atolli” que significa “aguado”. Es una bebida caliente de origen prehispánico, consumida en Mesoamérica y la parte norte de Sudamérica. Originalmente se elaboraba con maíz y agua, cuya consistencia es un poco viscosa y densa.
Con el paso del tiempo, se utilizaron otros ingredientes como leche, arroz, fécula de maíz y otros espesantes, además permite variedad de sabores y aromas como canela, clavos de olor, pimienta gorda, anís, chocolate e incluso frutas y semillas.
En El Salvador, los atoles sobre todo se consumen por las tardes como una merienda. Aquí te presentamos algunos de los atoles más populares en el país.
De elote
Rinde: para 12 a 14 tazas
Ingredientes:
25 elotes (no muy tiernos)
2 rajas de canela
2 litros de leche
Azúcar al gusto.
Preparación:
Raspa el elote, muele en molino con un litro de agua, cuela y pon en una olla junto con la leche, la canela y el azúcar. Coloca al fuego, mueve constantemente para que no se pegue y deja que hierva y espese. Retira y sirve caliente, acompaña con elote salcochado.
De piñuela
Rinde: 10 tazas.
Ingredientes:
1 piñuela
1 libra de harina de arroz
2 atados de dulce
2 rajas de canela
10 clavos de olor
2 litros de agua
Preparación:
Desprende las piezas de la piñuela y lava bien, parte por la mitad cada pieza, saca la semilla y desecha. Pon la piezas con su fruto en una olla con el dulce de panela y agua a cubrir, pon al fuego y deja que hierva por media hora. Apaga el fuego y reserva. Este procedimiento debes hacerlo un día antes de preparar el atol como tal.
Al día siguiente, pon en una olla la jalea de piñuela, la harina de arroz, la pimienta gorda, la canela, los clavos de olor y los dos litros de agua. Pon al fuego, mueve constantemente y deja hervir por una media hora, hasta que tengas una consistencia espesa. Retira y sirve.