El oficial Estrada Villalobos autorizó una persecución contra el conductor Alvarenga Cañas, que desencadenó en una balacera. El conductor recibió varios impactos de bala. Este es el vehículo en el que iba la víctima. Foto EDH / Cortesía
La versión oficial
En el relato de los hechos, del requerimiento de la Fiscalía, se indica que todo comenzó cuando una patrulla policial recibió la denuncia de una mujer que les indica que en la calle Castillo y la 20 Avenida Norte, un vehículo llevaba ratos de estar estacionado y que el conductor le parecía sospechoso.
La patrulla del subinspector Estrada Villalobos se mueve al lugar y cuando van cerca, el auto se pone en marcha hacia la alameda Juan Pablo II, con rumbo al oriente.
El oficial y los policías abordan el carro policial e inician la persecución pasando por la ex Terminal de Oriente tomando hacia el bulevar del Ejército, que en ese momento está con atascamiento vehicular.
Al llegar a la intersección de los bulevares del Ejército y Venezuela, el tráfico pesado obliga al conductor sospechoso a detenerse. Estrada Villalobos se baja del auto policial, se aproxima por el lado del conductor y le ordena que se estacione a su derecha, que apague el motor.
Pero el tráfico vuelve a fluir y el sospechoso inicia la marcha para detenerse, nuevamente por el tráfico pesado, en el semáforo de la 50 Avenida Norte, distante unos 100 metros de la intersección de los mencionados bulevares. Allí es alcanzado nuevamente por el auto policial y le intercepta el paso.
Estrada Villalobos se dirige nuevamente al conductor sospechoso ordenándole que apague el motor y que salga del auto.
El documento fiscal dice que el sospechoso no acató la orden y que movió sus manos a la cintura y luego las levantó.
Es en ese momento que Estrada Villalobos le dispara, luego conducen al herido al hospital Amatepec, donde muere.
Las dudas hacia la versión policial
Fuentes de El Diario de Hoy vinculadas al caso aseguran que las investigaciones iniciales presentan varias inconsistencias. Por ejemplo, que les parece raro que Alvarenga Cañas haya decidido huir de la Policía por el bulevar del Ejército cuando a esa hora (6:50 p.m.) está congestionado casi en su totalidad.
Otras fuentes indican que en el auto de la víctima apareció una pistola de juguete en el lado del copiloto; pero allegados a la víctima no creen que este la anduviera.
Asimismo, los informantes aseguran que la versión del agente policial José Jaime Benítez Reyes no coincide con la inspección realizada al vehículo. El policía ha relatado que para evitar que el conductor sospechoso continuara la marcha, disparó a la llanta derecha delantera del auto, lo cual no coincide con la inspección.
El Diario de Hoy solicitó obtener acceso al requerimiento en el juzgado para corroborar esas supuestas inconsistencia, pero le fue negada. Un empleado dijo que podría ser hasta después de la audiencia.
“Hay tres cosas por las que la gente se corre de la Policía: porque anda en estado de ebriedad, porque tiene cuentas pendientes con la justicia y porque no andan licencia”, aseguró el vocero policial.
En el caso de Alvarenga, solo falta establecer si andaba ebrio.
Cuando se le preguntó al vocero Castaneda si en el supuesto caso la víctima hubiera estado conduciendo ebrio se justificaba que le dispararan, respondió que no. ”Por eso es que se ha procedido a la detención del compañero. El policía sabe que el último recurso para neutralizar a alguien es el arma de fuego.
“Antes están los comandos verbales y los medios no letales. Pero quiero aclarar que eso se va investigar con cámaras y todo lo demás. Ante el procedimiento que se ve bastante complicado para él (imputado), se debía proceder a la detención mientras Fiscalía hace una investigación clara”, puntualizó el jefe policial.