Conoce la propuesta de poesía erótica creada por tres salvadoreñas

Las Oblatas es un colectivo de poetas nacionales que habla a través de la metáfora sobre la sexualidad, la sensualidad, el amor y lo que significa ser mujer. Desde hace cuatro años trabajan tenazmente para que lo erótico no se reduzca a lo genital.

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Cecilia Castillo (izq.), Lya Ayala (c.) y Jennifer Valiente conforman el grupo de poetas Las Oblatas. / Foto Por EDH-Marcela Moreno

Por Sara Castro

2019-09-10 8:00:56

Lo erótico ha estado supeditado a lo genital. Y desde cualquier horizonte abordado se ha vinculado a lo sexual. La poesía erótica no está exenta de esa etiqueta; pero el colectivo Las Oblatas, conformado por tres poetas salvadoreñas, da una nueva y profunda mirada a este género literario que data de años atrás.

Lya Ayala, Cecilia Castillo y Jennifer Valiente se conocieron hace cuatro años atrás, cuando el Ministerio de Cultura (Micultura) tenía un proyecto para promocionar la literatura e impulsar a los autores nacionales. Luego de un evento donde Ayala era la escritora a promover, el trío comenzó a frecuentarse y pronto congeniaron sus visiones de mundo, en torno al arte y sobre ser mujer. Un día decidieron hacer un recital y, casi de inmediato, las actividades juntas se multiplicaron.

“La sombra tiene cuerpo y no es locurayo le conozco dentro de mis besos, le he visto danzar entre mi lengua mientras con su certeza me desnuda...”,

Cecilia Ayala,

La poesía las unió, pero la corriente erótica las hermanó. Y eso se evidencia en sus debates sobre erotismo, literatura y feminismo, en los que tienen posturas muy opuestas, pero un “profundo respeto” por la visión de la otra. De esa forma comenzaron a crear un círculo de lectura sobre sus poemas eróticos y como antesala realizan un performance de los poetas que más admiran, guiadas por Valiente, quien también es dramaturga.

Su colectivo pronto comenzó a tener eco en redes sociales, pues el apelativo “poesía erótica” era atractivo suficiente para que muchos curiosos se acercaran a sus lecturas. Pero encontrarse con poemas de amor, cargados de sensibilidad, sensualidad y cotidianidad no es precisamente lo que muchos esperan encontrarse ahí, todo lo contrario.

Y en este punto, sobre qué es poesía erótica, es donde las tres poetas reflexionan intensamente.

“Lo erótico tiene que ver con lo sensorial, la sensualidad del ser humano. En el caso del erotismo, como muchas cosas en nuestra sociedad, se ha mercantilizado y banalizado. Cuando lees ‘erótico’ lo primero que se te viene es lo genital. Lo erótico puede pasar o no por lo genital, pero no es exclusivamente eso”, expresó contundentemente Valiente.

Para esta bióloga y poeta, lo erótico pasa por acciones cotidianas —aparentemente banales— que dan placer al individuo, como tirarte a la cama desnudo y sentir la suavidad de las sábanas tras un arduo día de trabajo, el gozo de estar completamente solo un domingo por la mañana y tomar una taza de café que te hace sentir satisfecho o reírte a carcajadas junto a tus amigos.

Esas experiencias las alimentan.

Para Castillo la poesía erótica es representada como una estructura que aborda los diferentes amores de la mujer, no necesaria o exclusivamente el de pareja, y Ayala considera este género como un estandarte para que las mujeres digan las cosas que sienten y quieren, y no tengan miedo a hacerlo, “porque les gusta razonar la realidad”.

Es de esta última forma como las escritoras Sylvia Plath, Simone de Beauvoir y Hélène Cixous percibieron esta corriente 50 años antes, de acuerdo con un ensayo propuesto por las editoras de la revista Círculo de Poesía, Andrea Muriel y Alí Calderón: “Es posible que la subjetividad del momento, aunada a las distintas conquistas políticas de las mujeres a lo largo del siglo, hayan creado las condiciones favorables para la aparición de un tipo de literatura en las que, por primera vez, las autoras daban cuenta de su mundo y explicaban qué significaba ser mujer”.

Ayala, Castillo y Valiente han hablado de su mundo a través de versos, sin importar los tabúes que rodean lo “erótico”, ni el árido terreno para publicar dichos textos.

Algunos libros escritos por Cecilia Castillo: “Gestación”, “Aleteo”, “Jazz afrodisíaco”, “Vaginas del mar”, “El beso en la sombra”. Jennifer Valiente ha publicado “Nueve hojas en el viento” y las creaciones de Lya Ayala se incluyen en varias antologías, como “Otras Voces”.

Ellas quieren “mover” al lector, cambiar y generar paradigmas, producir nuevas formas para nombrar cosas, rememorar la fuerza, pureza y vitalidad de la voz femenina, pero, sobre todo, dejar claro que lo erótico está estrechamente vinculado a lo sensorial y emotivo.

Con su trabajo poético, este trío también rescata a las autoras nacionales en la clandestinidad y deja los cimentos de un camino menos escabroso para una generación que enaltezca a la mujer.

“Tu mano incierta, tu mano en mi cadera, tu mano invisible, probable, irreal, perfecta (...) tu mano tibia en mi centro...”,

Lya Ayala,