El salvadoreño Hugo Rivas interviene el Museo de Arte de El Salvador (Marte) con una escena cotidiana que retrata lo que se ve y lo que se esconde, una pieza que subraya ciertas contradicciones en la historia del país.
Siete días le bastaron a Hugo Rivas, licenciado en Artes Plásticas con especialidad en Diseño Gráfico por la Universidad de El Salvador, para recrear su obra “Íntimo” en las paredes del Museo de Arte de El Salvador (Marte).
El mural, que incluye una sola pintura en físico, ofrece una escena cotidiana que emula el ambiente de una galería de arte, en la que el público contempla la imagen que el artista decidió mostrar.
“Íntimo” es un reflejo de lo que se ve y su trasfondo oculto. Una ironía que hace uso de la presencia militar para exponer la hipocresía y el clasismo presentes en la historia de la sociedad salvadoreña.
Por ello, hay dos retratos que destacan en su propuesta: la de Maximiliano Hernández Martínez y la del artista panameño El General, que gozó de mucho éxito en la década de los años 90.
Para Rivas, el legado de estos dos personajes incidió en la cultura popular, en su momento. Incluso considera que la sombra del dictador salvadoreño sigue latente en el colectivo cuscatleco, pero su figura también invita a revisar la historia del arte en El Salvador.
“Para mí, el rollo es compararlos irónicamente y con sentido del humor. Como para decir, este sujeto (el artista panameño) tiene un militarismo más ‘chivo’, más propositivo y más interesante. Ahora es testigo de Jehová y dice estar superarrepentido de todo lo que hizo”, argumentó el artista plástico.