Su Huella Hídrica

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Imagen muestra a la tormenta Dorian rumbo al Caribe. Foto: nhc.noaa.gov

Por Pedro Roque

2019-08-25 5:30:56

Cuando Usted escucha la palabra “Agua”… ¿En qué piensa?… Una ducha, un vaso de agua fría, el agua para regar su jardín, la necesaria para cocinar, la que sirve para lavar la ropa, la que se usa en los procesos para fabricar productos y servicios, la que le cobra el ANDA y no se la sirve regularmente. O piensa en el agua del mar y las lindas playas que tenemos, o la condición en que se encuentran el lago de Coatepeque o el Río Grande, que acumulan una inmensa cantidad de basura… ¡Queramos o no, es inmensa y vital, nuestra dependencia del agua dulce y del aire limpio!

El domingo pasado escribí sobre la importancia para cada uno de la “Huella del Carbono”. Nadie se puede excluir, ni en la generación de su huella del carbono, ni de sufrir sus efectos….

Y lo mismo sucede con la “HUELLA HÍDRICA”… ¿Y qué es la huella hídrica? Es un indicador de sostenibilidad que se mide en litros o metros cúbicos por unidad de producto fabricado o servicio consumido.

Este indicador lo pensó y desarrollo al Dr. Arjen Hoekstra, quien estableció las primeras bases conceptuales. Se obtiene de tres sumandos que se denominan según los colores asignados al agua: la “huella hídrica verde” contiene la fracción de huella que procede directamente del agua de lluvia o nieve y que se almacena en el suelo en capas superficiales al alcance de las plantas. “La huella hídrica azul” se refiere al agua que procede o se capta de fuentes naturales o artificiales mediante instalaciones preparadas y explotadas por el hombre.

Por ejemplo, cuando se perfora un pozo. Y en tercer lugar, “la huella gris” que se refiere al volumen de agua contaminada en los procesos y que posteriormente es necesario depurar.

Aplicando estos conceptos ya sabemos que, por ejemplo, para producir un litro de vino se consumen 850 litros de agua. De los cuales, aproximadamente, el 92% corresponde a la producción de la uva y el resto al proceso de fabricación del vino, embotellado y aprovisionamiento de materias auxiliares.

Y de la misma forma que algunas bodegas de vino, otras empresas como Coca Cola están trabajando con la valoración de la HUELLA HÍDRICA para mejorar los procesos y utilizar mejor este precioso recurso natural.

Muchas empresas pequeñas, medianas y grandes en los países del primer mundo tienen estaciones de depuración que les requieren las leyes y normativas nacionales o municipales, que de momento, aquí son aún ciencia ficción, pero que en algún momento vendrán.

De la misma forma que con la huella del carbono, la huella hídrica se puede calcular y ser el punto de partida para programas de buen uso del agua y la rentabilización de su utilización en los procesos productivos y de servicio, porque además de la responsabilidad social y empresarial de cada persona, empresa y empresario, el agua, además de ser un recurso limitado, cada día es más cara.

El agua y el aire son de importancia vital, se puede morir asfixiado en un ambiente altamente polucionado o por enfermedades procedentes del agua contaminada, de ahí la importancia de la huella del carbono y la huella hídrica. En breve anunciaremos talleres para concientizar y profundizar en estos temas.

Las grandes empresas distribuidoras y compradoras de productos de consumo masivo ya están calificando a sus proveedores según el cumplimiento las normas internacionales, por ejemplo, ISO 9000 para la garantía de calidad, ISO 14000 para la gestión medioambiental y para demostrar el correcto uso del agua, la norma ISO 14046, que enseña a medir el ciclo de vida de los productos y servicios y el consumo de agua por unidad de producto o servicio.

Sí… Son nuevos retos empresariales y sociales que no debemos asumir como amenazas, sino como oportunidades de mejora y rentabilización de las empresas.