Los dragones con saliva venenosa que viven en Indonesia están en peligro por los turistas

Parecen lagartijas gigantes, son capaces de oler sangre a kilómetros de distancia, comen búfalos de agua y ciervos.

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Por N. Hernández / Agencias

2019-08-16 1:22:29

Los dragones de Komodo parecen dinosaurios que no alcanzaron a extinguirse, miden en promedio tres metros y son nativos de las islas de Indonesia.

Son capaces de oler sangre a kilómetros de distancia, comen búfalos de agua, ciervos y a veces a otros dragones de Komodo. Incluso, las hembras no son consideradas muy sentimentales porque devoran a sus crías recién salidas del cascarón. Su arma letal, la saliva venenosa que tienen.

Parecen lagartijas gigantes, los ataque mortales contra las personas son extremadamente raros, pero sí ocurren. Actualmente existen tan solo tres mil dragones en todo el mundo y estos están en peligro por el creciente turismo que ha azotado al Parque Nacional de Komodo.

Este es un parque situado en varias islas al sur del océano Pacífico, el principal atractivo son los dragones y la vida marina, pues los buceadores con tanque de oxígeno o con esnórquel comparten el agua con tortugas y mantarrayas.

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Sin embargo, al igual que otros destinos turísticos en el mundo, desde Venecia hasta las islas Galápagos, el parque está en riesgo por su propia popularidad porque la enorme cantidad de turistas está amenazando a los mismos animales y la belleza virgen que a trae a la gente.

Según The New Times el turismo de Komodo genera ingresos importantes para las regiones más pobres de Indonesia, pero esto ha llevado a la acumulación de montones de basura y contrabando de lagartos.

En general, el número de turistas extranjeros que visitaron todo el parque nacional, un sitio considerado Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, se ha duplicado desde 2015, y el número de visitantes nacionales se ha quintuplicado. Ahora el parque está incluido en las escalas de los circuitos de cruceros, por lo que todos los días desembarcan miles de personas ahí.

“Los dirigentes provinciales, preocupados por la embestida de visitantes en esta remota parte de Indonesia, quieren cerrar la isla de Komodo, donde habita la mayor población de dragones, y donde los cruceros atracan. Para enero de 2020 el acceso a la isla estaría prohibido durante al menos un año”, se lee en la publicación.

Sin duda, dado la importancia económica que el turismo tiene en la zona no es una decisión fácil de tomar, pero los funcionarios están conscientes que es una acción necesaria para salvaguardar la isla y sus ecosistemas.

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“Si no les damos a los dragones su hábitat, se extinguirán en los próximos cincuenta a cien años”, dijo Yosef Nae Soi, vicegobernador de la provincia de islas menores de la Sonda oriental (Nusa Tenggara Oriental), que incluye las islas que conforman el Parque Nacional de Komodo.

La resolución de la propuesta de cerrar el parque depende en última instancia del gobierno de Indonesia, quien debe de resolver a finales de este año, según funcionarios del Ministerio Nacional de Medioambiente y Bosques.

Además, mientras los funcionarios locales se proponen cerrar la isla de Komodo, el gobierno federal ha dado a conocer un plan para crear diez “nuevos Balis” a lo largo de esta nación formada por un archipiélago. Se espera que este plan repita el éxito de la isla vacacional más famosa de Indonesia, que también enfrenta las serias consecuencias del sobreturismo.

“Indonesia necesita diversificar sus destinos turísticos”, afirmó Guntur Sakti, vocero del Ministerio de Turismo del país.

Algunos funcionarios provinciales de Komodo creen que el precio de ver en persona al lagarto más grande del mundo debería subir al menos a 500 dólares, un aumento considerable a los aproximadamente 10 dólares que ahora se pagan por entrar al parque.

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Otra nación asiática ya tuvo éxito con el experimento de cerrar por completo el acceso a un sitio de belleza natural a fin de conservarla: la bahía Maya de Tailandia fue cerrada de manera indefinida a los turistas el año pasado (el lugar se volvió famoso en parte por la película de Leonardo DiCaprio La playa). Buena parte de los coloridos arrecifes de coral habían sido diezmados con la llegada diaria de miles de turistas.

Ahora, los tiburones han regresado al área y el coral se está regenerando, dijeron autoridades tailandesas.

Solo queda esperar cuál es la decisión que el gobierno de Indonesia implementará.