A cuatro días de la hazaña del primer oro masculino en Juegos Panamericanos, Roberto Hernández atendió la llamada de Los Provocadores. A la distancia, aún se le escucha emocionado. Pero emociona más aún su fe en los salvadoreños, en los que vienen detrás de él.
Al ser consultado sobre qué espera tras su medalla y las logradas por Paulina Zamora, Yuri Rodríguez (ambos oros) y Bryan Pérez (bronce), comentó que “es de aprovechar este impulso y que las autoridades del deporte se den cuenta que tenemos potencial y nada más hay que seguirlo explotando”.
El santaneco mencionó que “creo que el tiro con arco es el deporte que más medallas ha dado en Juegos Panamericanos. Entonces, pues siempre hemos dado respuesta positiva cuando hemos tenido el apoyo y creo que seguimos demostrando que somos uno de los deportes más fuertes en el país, que simplemente necesitamos que se siga creyendo en nosotros, que nos den los medios para poder competir en alto nivel”.
Lo dice con propiedad, pues también es maestro de cinco chicos que representan ya parte de la nueva generación del arco y flecha. “… no solo a mí (el apoyo), sino a los chicos que vienen abajo, que vienen empujando; viene una nueva generación mucho más fuerte que lo que hemos demostrado los de ahora”.
Se enteró por la familia y amigos cómo se vivió su oro en el país. “A mi mamá le dijeron que hasta cohetes reventaron. Vi redes sociales, la cantidad de seguidores que empecé a tener, gente mandándome mensajes de apoyo”.
Para Hernández, “fue una experiencia increíble, poder superar ese momento, justo en el que gano la medalla, poder celebrar, que le di al país lo que había prometido, gran satisfacción, y voy a tener ese momento para toda mi vida. Y porque tuve a mis padres allá, toda la gente que me quiere, y desde el El Salvador esa sensación de que todo el mundo lo disfrutó, es algo que no había podido experimentar nunca”.
Y también se refirió a la historia de un padre de familia que subió imágenes de su hijo con arco y flechas en Twitter. “Me impactó mucho, he llegado hasta los más pequeños, y eso me pone un compromiso como atleta de seguir dando la imagen que siempre he querido proyectar de deportista integral, poder ser figura para los pequeños. De inmediato le contesté al papá que quiero conocer al niño. De hecho, estaba pensando hablar con la federación a ver si le podemos regalar unas clasesitas”, externó.
Graduado de leyes, oro panamericano, entrenador, gerente técnico de la federación luego de pasar 3 años ad honorem dando clases a los futuros campeones, Roberto incluso hace tiempo para ver al FAS en la capital o en Santa Ana.
Y es que, con su padre, siempre han sido seguidores del equipo de su ciudad. En unos días, se va como entrenador al Mundial Juvenil a España, a donde competirá Paola Corado. Ambos se pagan sus boletos y regresan el 2 de septiembre. En el caso de Hernández, con esperanzas renovadas en que “el deporte tenga muchos más recursos y apoyo para el alto rendimiento, y que podamos hacerlo de manera profesional sin el temor de qué va a pasar”.