¿Cómo es mejor tener una relación sexual con la pareja? ¿Con la luz apagada o encendida? Eso depende de las preferencias de cada quien. Hay algunos que se inclinan a estar a oscuras y enfocarse más en el sentido del tacto, mientras que otros optan por dejarla prendida para disfrutar el placer que genera el ver desnuda a la otra persona. Para otros lo ideal es alternar, es decir, hacer el amor tanto con la luz como en penumbras.
“Más allá de posturas, prácticas, sitios y otras variantes que hay en el ámbito sexual, hay una duda que muchas veces está presente en los dormitorios: ¿es mejor hacer el amor con la luz apagada o encendida? La verdad es que las dos alternativas tienen sus pro y sus contras.”, manifiesta Guadalupe Pacas, sicóloga.

Según la especialista, muchas personas prefieren hacerlo a oscuras motivados por sus complejos respecto a su cuerpo. Esta vergüenza provoca un verdadero trauma a la hora de tener relaciones íntimas con la luz encendida.
“Son frecuentes los casos en los que uno de los miembros de la pareja tiene miedo o vergüenza y se bloquea al hacer el amor con la luz encendida. En estos casos, la otra persona debe tener paciencia y respetar la decisión de su pareja. Sin embargo, poco a poco se puede ir ganando la confianza y eliminando tabúes”, refiere la sicóloga Pacas.
Ventajas con la luz encendida
* Se disfruta todos los estímulos visuales que están en juego en el sexo. El movimiento de los cuerpos, los contornos y el contacto visual aumentan la excitación.
* El observar otros elementos complementarios del momento íntimo puede estimular la excitación y el placer. Por ejemplo, apreciar la ropa interior erótica de la pareja y contemplar un pequeño espectáculo sensual pueden encender aún más la llama de la pasión.
* Se pueden observar los gestos de placer del compañero en el clímax. Esta situación puede provocar en quien observa un aumento en la autoestima.

Ventajas con la luz apagada
* Se potencia el resto de los sentidos. Al no poder ver, los demás sentidos trabajan con mayor intensidad, especialmente el tacto..
* Hay más libertad para experimentar. Las personas que sienten pena al ser vistas desnudas o las que se cohíben cuando las miran a los ojos en el acto íntimos, se liberan y se sienten más seguras con la luz apagada.
* Al estar a oscuras se disfrutan de manera más relajada las caricias, los besos y las posturas.
* La imaginación no tiene límites. Al no tener el sentido de la vista activo, la mente se dispara en fantasías sexuales imprevistas. Surgen ideas ingeniosas para acabar con la rutina.