El retorno de los salvadoreños que huyeron de la guerra hacia Honduras hace 30 años
El 13 de agosto de 1988 con ayuda del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, ACNUR, 1,250 salvadoreños regresaron del campamento de refugiados Mesa Grande en territorio hondureño. Este era uno de 7 campamentos que surgieron en las zonas fronterizas desde 1980, cuando miles de compatriotas huían de la guerra civil.
Repatriados salvadoreños regresan por la frontera El Poy con una pancarta mostrando su disposición a regresar a su país. FOTO MUPI / GIOVANNI PALAZZO
Unos 240 camiones y 90 autobuses fueron necesarios para trasladar a los refugiados y sus pertenencias desde Mesa Grande en Honduras hacia los poblados que iban a ser su nuevo hogar. FOTO MUPI / GIOVANNI PALAZZO
Los refugiados regresaron con todo lo que tenían, incluyendo a sus animales de corral. El deseo de regresar a casa y tener tierra para cultivar era una prioridad ya que en Honduras no tenían ese derecho y sobrevivían únicamente con ayuda de las Naciones Unidas y organizaciones religiosas. FOTO MUPI / GIOVANNI PALAZZO
Uno de los 90 utilizados para trasladar a los refugiados pasa la frontera de Honduras con El Salvador bajo la mirada de un militar. El Ejercito exigía la revisión de todos los camiones por sospecha de que llevaran armas para la guerrilla. FOTO MUPI / GIOVANNI PALAZZO
El destino de los refugiados en El Salvador fueron principalmente los poblados de San Antonio Los Ranchos y Teosinte en Chalatenango, localidades que se habían convertido en pueblos fantasma al inicio de la década de los 80 por la huida de sus habitantes por la guerra civil. FOTO MUPI / GIOVANNI PALAZZO
Militares custodian la llegada de los compatriotas al país. La tensión era grande; la guerra civil aún no había terminado y los refugiados eran considerados simpatizantes de la guerrilla. FOTO MUPI / GIOVANNI PALAZZO
Una niña sonríe desde la ventanilla de uno de los autobuses. Muchos de los niños salvadoreños que regresaban nunca habían estado en su país porque nacieron en los campamentos hondureños. FOTO MUPI / GIOVANNI PALAZZO
La primera repatriación de salvadoreños ocurrió en octubre de 1987, gente que repobló Las Vueltas y Guarjila en Chalatenango y Copapayo en Cuscatlán y Santa Marta en Cabañas. Dado el éxito de la repatriación, los otros refugiados se animaron a regresar a pesar del clima de violencia que aún imperaba en el país. FOTO MUPI / GIOVANNI PALAZZO
Aspecto del campo de refugiados Mesa Grande en Ocotepeque en 1987 cuando se organizaba el retorno a El Salvador. FOTO LINDA HESS MILLER
Salvadoreños en el campo de refugiados Mesa Grande en 1987. FOTO LINDA HESS MILLER
Campo de refugiados Mesa Grande en 1981. La foto muestra la llegada de un grupo de refugiados.
Niñas hacen cola para recibir un vaso de leche en otro de los campos de refugiados salvadoreños en Honduras, el de La Virtud, 1981. La imagen da una idea de las condiciones de vida en los campamentos en los primeros meses de la llegada de los refugiados. FOTO MUPI / GIOVANNI PALAZZO
Salvadoreños en el campo de refugiados La Virtud, Honduras, 1981. La imagen da una idea de las condiciones de vida en los campamentos en los primeros meses de la llegada de los refugiados. FOTO MUPI / GIOVANNI PALAZZO
Salvadoreños en el campo de refugiados La Virtud, Honduras, 1981. FOTO MUPI / GIOVANNI PALAZZO
Vista general del campo de refugiados La Virtud, Honduras, 1981. FOTO MUPI / GIOVANNI PALAZZO
Velorio de un niño muerto en el campo de refugiados La Virtud, Honduras, 1981. FOTO MUPI / GIOVANNI PALAZZO
Una mujer carga el ataúd de un niño muerto en el campo de refugiados La Virtud, Honduras, 1981. FOTO MUPI / GIOVANNI PALAZZO
Niños ayudan a enterrar al mismo niño fallecido de la imagen 16 y 17. FOTO MUPI / GIOVANNI PALAZZO
Mujeres preparan alimentos para todos los refugiados en una cocina colectiva.
Salvadoreños en el campo de refugiados La Virtud, Honduras, 1981. La imagen da una idea de las condiciones de vida en los campamentos en los primeros meses de la llegada de los refugiados. FOTO MUPI / GIOVANNI PALAZZO
Niños salvadoreños en el campo de refugiados La Virtud, Honduras, 1981. FOTO MUPI / GIOVANNI PALAZZO
