Mauricio Funes, hoy ciudadano nicaragüense, tiene en El Salvador cuentas pendientes con la justicia, pero la Fiscalía General de la República (FGR) dice estar estudiando una “estrategia legal” para traerlo y que enfrente los cargos de corrupción que se le imputan.
El Fiscal General, Raúl Melara, quien esta mañana entregó instructivos a los fiscales para la atención de los familiares de los desaparecidos, dijo que están “analizando cuáles son las repercusiones” de que el expresidente salvadoreño haya obtenido la nacionalidad nicaragüense, pero que además están “viendo alguna estrategia legal que nos permita traerlo al país nuevamente”.
Funes ha venido evadiendo la justicia desde 2016, luego de que en septiembre de ese año lograra que el controvertido régimen de Daniel Ortega le otorgara de forma exprés el asilo político.
Poco después de ese hecho, un tribunal salvadoreño emitió la primera orden de captura nacional e internacional en contra de Funes por haber sido acusado por la Fiscalía de haber sustraído $351 millones del Estado a través de la llamada partida secreta para lo cual se valió de diversos movimientos legales, según la acusación fiscal.
En este proceso judicial en el que se acusa de peculado y lavado de dinero entre otros delitos de corrupción, también están acusadas sus dos exesposas Vanda Pignato y Regina María Cañas; la examante Elvy Paz Gutiérrez, su actual compañera de vida Ada Mitchell Guzmán y dos de sus hijos, Diego Roberto Funes Cañas y Carlos Funes Velasco.
De momento, Funes, sus dos hijos, y Ada Mitchell Guzmán gozan de la ciudadanía nicaragüense y de la protección del gobierno de Ortega, lo cual ha frenado la extradición ordenada por la Corte Suprema de Justicia salvadoreña.
El pasado 1 de agosto el Fiscal Melara dijo que ellos sostendrán su petición de extradición de Funes y su círculo familiar instalado en Nicaragua, cuyo gobierno no ha dado aún una respuesta oficial.
“Yo estoy convencido de que más temprano que tarde él tendrá que afrontar la Justicia”, dijo Melara.
El presidente Nayib Bukele, quien prometió en sus primeros cien días de mandato traería a Funes al país para que enfrente los cargos judiciales, ha dicho que el exmandatario ha cometido un error y que la justicia siempre llega.
El 1 de septiembre de 2016, Funes junto a sus dos hijos Carlos y Diego, y su pareja, pidieron asilo político en Nicaragua. El prófugo Mauricio Funes está acusado de peculado, lavado de dinero, recibir y entregar dádivas o sobornos; así como, divulgar documento confidencial como lo es el Reporte de Operaciones Sospechosas (ROS); entre otros delitos.
Además, el exmandatario acumula tres órdenes judiciales de captura por delitos de corrupción en perjuicio del Estado.