Roberto Hernández, arquero y medallista de oro en Lima: “Aposté a Panamericanos y tuve mi recompensa”

ENTREVISTA - El tirador Roberto Hernández se convirtió en un referente del deporte salvadoreño. Es santaneco y tiene 17 años de practicar el tiro con arco. El nuevo “Robin Hood” nacional espera más apoyo al deporte en general

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El atleta es el primer masculino que logra un oro histórico y es la segunda medalla dorada panamericana en toda la historia de El Salvador. Foto EDH/ Instagram @TeamESA

Por Varinia Escalante | Enviada Especial a Juegos Panamericanos | Twitter: @VSKalanT

2019-08-11 2:49:53

LIMA. Un poco más relajado, tranquilo después de la competencia, Roberto Hernández asegura estar feliz por el momento que está viviendo. Lo que no deja nunca es la sonrisa. No importa quién se le acerque para pedirle una fotografía, acepta y no para de celebrar.

Lima ha significado su punto más alto en el ciclo olímpico, y desea con todo su corazón que algún día el Tiro con Arco Compuesto pueda ser incluido en los Juegos Olímpicos, donde él quiere llegar.

El santaneco y abanderado de estos Panamericanos reflexiona: “Esto marca historia. Mi mejor momento había sido en Barranquilla (CAC), gané un bronce en una Copa del Mundo, pero no se puede comparar con el hecho de estar en unos Juegos. Esto es lo más cerca que yo puedo estar de Juegos Olímpicos. Y demostrarle al mundo que, no importa de dónde sea, El Salvador tiene buenos atleta yue tiene al campeón panamericano. Es marcar que tenemos cosas buenas y que podemos lograrlo”.

En esa misma plática, cuenta que sigue sin creerse el logro alto que ha conquistado. “Es difícil, todavía no termino de captar las emociones. Me llené de satisfacción, me alegré mucho. Voy a analizar lo que he logrado, porque es difícil desenchufarse de todas las emociones. Alegre, de verdad quería darle la medalla a El Salvador, porque me la habían estado pidiendo y porque creo que El Salvador se lo merece. Feliz por estar en la historia”, relató el abogado de profesión.

¿Después de cuántos años llega este máximo galardón?

Tengo 17 años tirando. A veces, me da risa, porque tengo atletas que no habían ni nacido cuando yo ya estaba tirando. La verdad, de los tres que estábamos en el podio (entre 30 y 35 años), creo que es la edad de madurez que todos los arqueros logramos estar en un punto máximo. Y si bien la gente joven, que viene empujando, esa espinita última la hemos logrado los atleta latinos con menos fogueos, pero a raíz de los años de experiencia.

¿Se quita una espina al derrotar a Braden Gellenthien?

Es orgullo latino. Sabía que iba a estar full apoyado en el estadio, estaba seguro, se me acercaron otros entrenadores dándome consejos, toda la gente quería que yo lo ganara. Y soy amigo de todo el equipo de EE.UU., y me dijo una vez uno que nosotros pensamos en ganarles, pero no en pensar en ser campeones. Así que la idea al llegar era: hay que quedar campeones. Y esa es la mentalidad que debemos tener todos los atletas salvadoreños. Está bien dar el máximo esfuerzo, pero si yo puedo ganar una medalla de bronce, también puedo ganar una de oro. El límite es mental, porque estamos en las mismas condiciones, y es lo que trato de inculcarle a mi gente. Está en la mente saber que lo podemos lograr.

Foto: EDH | Varinia Escalante

¿Cómo inspira esta medalla a sus alumnos?

Es una lección para ellos, que ellos veían que mucha gente me decía que ya estaba esa medalla de oro. Y decirles que no, que iba a luchar por esa medalla, que lo puedo lograr. Los míos ya saben que así es mi trabajo y sus mensajes eran: ‘Yo sé que lo puede lograr, usted va a estar ahí’. Estaban convencidos de que lo iba a lograr. Ahí, ya trabajamos una nueva mentalidad de atletas que lo único que necesitan es apoyo para salir adelante. Es la lección que trato de enviarles y muchos están agarrando. El uno del mundo no pudo conmigo. Y a diferencia de otros atletas que entrenan afuera, yo entreno en el Polideportivo y como el mismo plato de dos dólares con ellos al mediodía, entonces estoy hecho en casa. Así que sí se puede, solo hay que esforzarse.

¿Qué significa ganarle al número uno del mundo?

Ya lo había hecho antes, pero en eventos profesionales, invitacionales (a otros también). No es algo nuevo para mí. Pero hacerlo en un punto de tanta proyección como ahora, creo que es algo que hay que sacarle ventaja, porque es demostrar que sí se puede lograr. Tenemos capacidad, pero pueda que yo no sea uno del mundo porque no compito las veces que él compite, no voy a todos los lugares que él puede ir, ellos tienen mucho más apoyo. Tengo atletas que pueden ser medallistas mundiales juveniles, pero no tenemos cómo mandarlos a los mundiales. Esas cosas tenemos que irlas cambiando y tiene que partir de ir cambiando la mentalidad de que lo podemos lograr y dar la preparación adecuada para poder lograrlo. Yo estaba convencido de que lo podía lograr, pero tenía mis reservas. Sacrifiqué no ir a una Copa del Mundo, pero le aposté a venir a Panamericanos, hice un sacrificio y no me arrepiento, porque tuve mi recompensa.

Infaltable la presencia de sus padres

Es una experiencia inigualable. Mi hermano no está aquí, pero se muere por estar acá. Tener a mis padres gritando, emocionándose es indescriptible. Son los que me ven sufrir, porque no siempre son cosas buenas. Ellos siempre están motivándome y empujándome cuando lo necesito. Están en las buenas y las malas. Se merecen vivir momentos como estos. Ellos ya están jubilados y tienen la oportunidad, con sacrificio, de estar conmigo.

Foto: EDH | Varinia Escalante

¿En cuánto califica su actuación en estos Juegos?

A nivel personal, quizás, con un ocho. Soy alguien que puede tirar 150. Antes de venir acá, igualé el récord mundial, obviamente estoy en casa, con un rival un poco más fácil, pero si puedo tirar un récord mundial en un campeonato en casa, por qué no lo puedo tirar aquí. Son esas cosas que faltan, se ha avanzado mucho, que tengo que seguir trabajando, porque mi objetivo es ser campeón mundial. Porque a veces es difícil y uno piensa: hasta dónde voy a dar, hasta cuándo voy a llegar, y todo depende mucho del apoyo que tengamos. Todo depende de las opciones que tengamos para hacer deporte profesional en El Salvador.

¿Qué debe venir para Roberto Hernández del país?

Hemos perdido mucho en El Salvador el tener una imagen de deportistas sobresalientes. Y aquí va un poco para los medios, que me disculpen, pero las portadas son Cristiano Ronaldo, Messi, el Real Madrid, el Barcelona. Por qué no nosotros. Cada vez son menos espacios que hay para los atletas de alto rendimiento, y mientras los medios no le vendan al pueblo de que tenemos atletas buenos, no tenemos la forma de hacerlo. Tiene que ser un trabajo de verdad del Instituto, del Comité Olímpico, de los medios, de las Federaciones, de que tenemos nivel y figuras a seguir. (…) Ahora, mis atletas no saben quién es Jorge Jiménez, solo quién es Roberto Hernández, y tratamos de enseñar quién fue Jorge Jiménez, pero se perdió el empuje de esa imagen de los mejores atletas.

¿Debe estar preparado para tener un apoyo diferente?

Eso debe pasar para todos los atletas, no solo para mi vida. Para todos los que vinimos, dieran o no medalla, tenemos atletas buenas y con mucha capacidad y solo necesitamos apoyo. Somos un buen grupo que todavía tenemos mucho que dar, pero necesitamos el empuje para profesionalizarlo en serio.

Foto: EDH | Varinia Escalante

No regresa todavía al país, ¿qué logística viene para usted?

Tengo a la atleta Paola Corado que se va pagando el viaje al Mundial Juvenil a España. Tiene opciones reales de lograr un buen resultado, tiene puntajes como los que se hicieron acá, pero es cadetes menor de 17 años. En mi ánimo de no dejarla sola y creer que podemos lograrlo, yo me voy pagando el viaje como entrenador. Y luego doy un curso en España para costearme el viaje, y no voy a dejar a mi atleta sola. Tiene la mentalidad de que lo puede lograr. Voy con ella y vuelvo al país el 2 de septiembre. Luego, solo tengo cursos de entrenador, países que me buscan para dar cursos de tecnificación de arco compuesto, que es mi medio de ingreso, con lo que pago deudas o la facilidad para ir a una competencia, que no me cubren ni Indes, ni el Comité.

¿Y la vuelta a casa?

El arco, no lo voy a tocar en un mes, ni nada. De verdad, me quiero desconectar, descansar un poco, lo mismo hice después de Barranquilla, no tiré dos meses después. Es una ayuda que me hizo la Federación. Pero es quitarme esta presión de encima, es muy estresante, pero hay que saber manejarlo para poder llegar de nuevo. Empecé a trabajar para aquí en octubre para poder ganar, y tenía fotos de la medalla puestas en mi casa, en mi teléfono, al estilo Rocky, trabajar como fuera y funcionó. Pero los atletas debemos tener nuestros descansos, etapas para poder volver a preparanos.


Ficha técnica

Nombre: Roberto Alexander Hernández Maldonado.

Data: Santa Ana, 9 de enero de 1989.

Edad: 30 años.

Deporte: Tiro con arco.

Años de práctica: 17.

Posición ranking mundial: 11.

Entrenador de la Federación: Desde 2015.

Director Técnico de la Federación: Desde 2018.

Profesión: Abogado.

Mejores logros: Dos veces campeón panamericano en Río 2006 y San Salvador 2012; medallista de plata en la Copa del Mundo de Medellín (2015); medallista de bronce en Juegos Mundiales en Cali (2013); medallista de bronce en la Copa del Mundo de China (2019); campeón Centroamericano y del Caribe de Barranquilla (2018).