Una familia mexicana dice haber sido víctima de una terrible persecución de un ente maligno, todo empezó con un viaje a Texas, la compra de una camioneta y de una tabla güija.
La familia tenía previsto comprar una camioneta familiar, el padre y la madre tuvieron que viajar a Texas porque en el D.F. no habían. Cuando ellos preguntaron a sus hijas qué regalo querían, las niñas contestaron: una güija.
Al regresar del viaje los padres llevaban la camioneta nueva y la tabla, pulcramente envuelta en papel y empaquetada en una caja. El objeto fue entregado a las niñas y ellas inmediatamente se reunieron con sus primos y corrieron a un cuarto de la casa para jugar.
“Mis primos, mi hermana y yo comenzamos a jugar, lo intentamos muchas veces pero no se movía nada, hasta después de un rato comenzó a moverse solo, debo admitir que estaba un poco asustada, ya que contactamos con un espíritu que al parecer sabía mucho acerca de todos nosotros”, se lee en el relato publicado en la página “El portal del miedo”.
Sin embargo, las dos niñas siguieron jugando y en una de tantas sesiones, el espíritu les aseguró que la camioneta traería la muerte para la familia. La afirmación aterró tanto a las pequeñas que se lo comunicaron a sus padres, a partir de ahí una sucesión de hechos extraños empezaron a ocurrir.
“En esa semana sucedieron muchas cosas extrañas, por decir, unos policías trataron de quitarle la camioneta a mi papá, un tío se enfermó grave de la presión, a mi primo le dio una fuerte infección en el estómago, mis tías se sentían muy incómodas pues no podían dormir, dicen que en la noche escuchaban pasos afuera del cuarto. Nunca nadie imaginó que todo eso era a causa de la güija. (…) Una noche mientras jugábamos con el tablero, el espíritu con el que contactamos se molestó por algún comentario religioso que hicimos, ¡fue el peor error!”, dice el relato.