La afición salvadoreña respondió a la convocatoria al debut de las selecciones de fútbol playa femenina y masculina, se tomó las instalaciones, pusieron el ambiente y calor típico de los locales en importantes eventos deportivos.
El anfiteatro de Cifco se convirtió en un templo del fútbol salvadoreño con el debut de las selecciones de fútbol playa femenina y masculina. Los salvadoreños le pusieron el ambiente necesario a una intensa jornada.
El pájaro picón picón sonó por los parlantes, ventas de comida y bebidas, la gente con su camisa de la selecta y el indio cuscatleco fueron los elementos necesarios para que Cifco se transformara en el estadio Cuscatlán.
La afición salvadoreña respondió a la convocatoria del evento, se tomó las instalaciones y pusieron el ambiente y calor típico de los locales en importantes eventos deportivos. El himno nacional fue cantado a todo pulmón y orgullo.