Viejos de agosto: Una divertida tradición salvadoreña que se niega a desaparecer

La Siguanaba, el Cipitío, el Padre sin cabeza y el Cadejo son algunos de los personajes mitológicos de El Salvador que son representados en los desfiles de las fiestas agostinas de San Salvador. Sin ellos, esta celebración no sería la misma.

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Los viejos de agosto son parte de los desfiles de las fiestas patronales de San Salvador. Foto EDH / Osmín Monge

Por Osmín Monge

2019-08-01 3:35:19

Cada 1 de agosto, en San Salvador, se lleva a cabo el tradicional Desfile de Correo, con el cual se da inicio las Fiestas Patronales de capital salvadoreña. Carrozas, reinas de belleza, payasos, malabaritas, zanquistas y, por supuesto, los graciosos viejos agostinos son parte de esta colorida fiesta callejera.

La Siguanaba, el Cipitío, el diablo, el Padre sin cabeza y el Cadejo son parte de ese grupo de personajes mitológicos que hacen de la suyas durante todo el recorrido.

Estos personajes generalmente tienen un aspecto poco agradable, pero eso sí, siempre están revestidos de una gracia sin igual, con el cual hacen reír al público y hacer gritar a los más miedosos.

En ocasiones, le hacen bromas a algunos miembros de la concurrencia, arrancando carcajadas al resto de personas.

El diablo colorado, siempre haciendo de las suyas. Foto EDH / Archivo

De todas las comparsas de viejos de agostinos la más importante y la más vistosa es la originaria de San Antonio Abad, localidad ubicada al surponiente de la capital.

Detrás de todos esos personajes enmascarados no solo se esconden jóvenes y adultos de espíritu alegre, sino también toda una tradición muy antigua, la cual se ha mantenido vigente con el paso de los años.

“Es una tradición que se niega a desaparecer; hemos participado en estas fiestas desde hace 36 años. Año con año nos venimos renovando con los trajes y toda la utilería; cada vez agregamos más personajes. Constantemente ensayamos y nos preparamos para hacer una buena presentación”, manifiesta Celio López, coordinador del ese grupo de viejos de agosto.

Los Viejos de agosto se han mantenido vigentes con el paso de los años. Foto EDH / Osmín Monge

Además de los vistosos atuendos, llama mucho la atención las coloridas máscaras talladas en madera usadas por los personajes.

“Hay varias de estas máscaras que tienen más de 90 años de antigüedad; algunas de ellas las he restaurado. Hay otras que son nuevas, las he hecho yo”, comenta don Celio.

Sin lugar a dudas uno de los personajes más graciosos es la Siguanaba,  la cual en esta oportunidad fue interpretado por Marvin Palacios, de 15 años.

“Es un orgullo representar a una de las leyendas más importantes de El Salvador. En otras oportunidades he interpretados otros personajes mitológicos”, manifiesta Marvin.

La Siguanaba es uno de los personajes más graciosos y temibles del Desfile de Correo. Foto EDH / Archivo

No se sabe realmente la fecha exacta cuando los viejos de agosto aparecieron por primera vez, pero se cree que esta tradición fue inspirada en las mascaradas y danzas traídas por los españoles a nuestras tierras.

Estas presentaciones luego se fusionaron con las tradiciones indígenas, incorporando elementos de la cultura popular salvadoreña.

Estos personajes le ponen el toque tradicional y gracioso a la celebración. Foto EDH / Archivo

Es probable que haya sido una tradición aparecida durante el siglo XIX, impulsada por personas que se disfrazaban de mujeres y satirizaban a los personajes públicos de la época, acompañados por música de pito y tambor.

Esta tradición no solo se puede presenciar en la capital San Salvador, sino también las fiestas patronales de otras poblaciones de El Salvador.