Día del Periodista, Día de la Libertad y la Defensa de la Democracia

Los periodistas libres son la encarnación superior de una realidad humana: la de contar, discutir, intercambiar opiniones, desmentir. Cuando no había medios masivos de comunicación, la gente se enteraba de lo que sucedía en el país y el mundo por los edictos y heraldos.

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Los nuevos magistrados estarán en funciones desde el 1 de agosto de 2019 al 31 de julio de 2024. Foto Twitter Asamblea

Por El Diario de Hoy

2019-07-31 4:45:36

“Sólo los que cada día saben conquistarlas merecen la libertad y la vida”, dijo el poeta alemán Goethe, una lucha que todos los hombres de buena voluntad libran a lo largo de sus vidas para vivir en democracia, hablar, debatir, informar y poder pensar sin ser presa de fanatismos, odios y maldad.

A una gallarda parte de los abanderados en esa cotidiana batalla, los periodistas libres de El Salvador y el mundo, les rendimos homenaje en este “Día del Periodista”, que viene a ser el “Día de la Libertad”. Expresamos nuestra admiración y respeto hasta la eternidad a los periodistas que han pasado a mejor vida.

Las amenazas, agresiones, intentos por amordazar o manipular la información, inventar sucesos, destruir evidencias, nunca cesan; acabamos de pasar por una etapa vergonzosa de nuestro andar como salvadoreños bajo la peor presidencia que hemos tenido.

Dicho régimen, que encubrió una voraz cleptocracia que data desde que Funes y sus secuaces intentaron destruir a  este Diario, desde el primer día fraguó multas, restricciones y persecución a quienes informaban, criticaban, apoyaban y debatían.

Casi al final de tal quinquenio se quiso manipular la información, los contenidos de noticieros, las noticias, tanto a través de presiones y manipulación de frecuencias, como divulgando falsedades.

El más reciente episodio fue el de usar troles para difamar, insultar y amenazar periodistas y medios, llegando al extremo de decir a algunas periodistas y comentarías, que “ojalá las violaran”, entre otras inmundicias.

Nunca se debe confundir la democracia con la “trolecracia”, con la permanente distorsión de hechos, sucesos, personalidades, asociaciones y propuestas, lo que grupos cívicos proponen y lo que inspira y rige su labor.

Los periodistas libres son la encarnación superior de una realidad humana: la de contar, discutir, intercambiar opiniones, desmentir. Cuando no había medios masivos de comunicación, la gente se enteraba de lo que sucedía en el país y el mundo por los edictos y heraldos.

Los puertos eran además de la principal vía de intercambio de bienes con el mundo, el lugar donde llegaban diarios, revistas, libros y viajeros que narraban parte de lo que habían visto y vivido.

Esos viajeros, como los trovadores de la Edad Media, contaban en sus andanzas de un lugar a otro muchas de sus experiencias , papel que luego ocupó el telegrafista de cada pueblo en nuestra tierra.

El periodismo libre impulsa y preserva la civilización

Los diarios, radiodifusoras, televisoras y plataformas digitales responsables son un esencial aliado de todo gobierno, todo funcionario, toda entidad y todo ciudadano al informarle de lo que sería para ellos imposible de averiguar por su cuenta.

¿En qué otra forma, si no es a través de noticias o avisos comerciales, un agricultor se entera de los precios de verduras o cereales, que alguien que busca empleo sabe dónde hay oportunidades, de gente o comunidades amenazadas y extorsionadas alertan a autoridades de su situación?

Lo más importante: como puede una comunidad, una persona, una familia denunciar abusos, atropellos, arbitrariedades sufridas, si no es principalmente a través de diarios y noticieros?

La libre información tutela todos los derechos y libertades de un conglomerado y es, por lo mismo, la libertad esencial, la que preserva el resto de derechos y garantías de todo pueblo.

No hay dictadura que tolere la libre expresión, como no hay democracia ni libertad sin medios libres, sin periodistas que cumplan con su cometido esencial: informar libremente y sin malicia.