El hallazgo se produjo esta mañana en el marco de un registro a la referida penitenciaría que supervisó el ministro de Justicia y Seguridad Pública, Rogelio Rivas; el viceministro Osiris Luna Meza; y el director de la Policía, comisionado Mauricio Arriaza Chicas. Foto Cortesía
También encontraron tres goteros con tinta para tatuar, un cartucho de tinta para impresora, una resistencia, tres motores para improvisar máquina para tatuar y una pulsera metálica.
Los subterráneos o calecas tenían un metro profundidad y fueron localizados en algunas celdas de los reclusos.
El ministro Rivas explicó que el hallazgo se produjo en el marco de las inspecciones que se realizan en el sistema penitenciario como parte del plan Control Territorial.
“Vamos a trabajar constantemente en este tipo de acciones, para evitar más violencia o atentados a la población salvadoreña, estamos claros en que no daremos tregua a la delincuencia, esta es nuestra lucha que la estamos ganando día a día, porque estamos golpeando fuertemente a los grupos terroristas”, dijo Rivas.
Otros de los hallazgos fueron una serie de manuscritos con órdenes criminales de los cabecillas encarcelados a los jefes de pandillas que se encuentran libres.
Este fin de semana, las autoridades penitenciarias realizaron la reubicación de tres mil pandilleros en diferentes centros penales.
El domingo anterior se trasladaron 922 pandilleros del penal de Chalatenango al de Ciudad Barrios; mientras que 579 de Ciudad Barrios a Chalatenango. Los traslados anteriores se suman a los que se hicieron el 26 de julio pasado.
Con estos reacomodos de pandilleros reclusos, las autoridades penitenciarias buscan cortar las órdenes criminales que envían los cabecillas encarcelados al exterior de los penales y desmantelar las organizaciones pandilleriles en el sistema penitenciario.
GALERÍA DE FOTOS:
Reos escondían celulares y armas en túneles encontrados en penal de Chalatenango
Las autoridades penitenciarias descubrieron seis agujeros en los que los pandilleros recluidos en el centro penal de Chalatenango escondían teléfonos celulares, cargadores, baterías para los mismos y punzones.