Calles en buen estado, aceras que permitan la circulación de las personas y nuevos mercados, son algunas de las peticiones que los habitantes de Mejicanos, San Salvador y Santa Tecla, piden a sus autoridades locales para mejorar los espacios públicos de esos municipios.
Los espacios públicos son todos aquellos que buscan satisfacer las necesidades urbanas, son los lugares donde se fortalecen los lazos comunitarios y fomentan la participación de los habitantes.
La Encuesta de Calidad de Vida 2018, del observatorio El Salvador Cómo Vamos, investigó la satisfacción que sienten los habitantes de esos tres municipios con sus espacios públicos, entre ellos: calles, aceras, pasarelas y pasos peatonales, alumbrado público, mantenimiento de tragantes, paradas de buses, mercados, plazas y parques.
En San Salvador, el conductor Alfredo Ramos, quien reside en Ilopango, asegura que él viaja hasta la colonia Escalón y en su trayecto el tráfico le obliga a tomar rutas alternativas que están en mal estado.
“A veces me toca irme por la 15a. Calle Oriente, pero esa calle está en mal estado, la alcaldía nunca le da mantenimiento”, aseguró Ramos.
Otras calles, como la 5a. Calle Poniente también están deterioradas. La 3a. y 5a. Avenida Norte están en igual situación.
“La alcaldía (capitalina) debería de arreglar las calles y hacer nuevos mercados para meter a los vendedores, ya no se puede andar por el centro”, expresó Leonor Rivera.
La Encuesta de Calidad de Vida 2018 reflejó que los habitantes de Mejicanos reporta un 24 % de satisfacción con sus calles, Santa Tecla un 18 % y San Salvador 17 %.
“Los porcentajes dejan ver que, de los tres municipios, San Salvador tiene un mayor reto en cuanto a mejorar el estado de las calles”, señala la encuesta.
Las aceras y los mercados siguen siento otro problema en los tres municipios. En San Salvador es más grave, ya que muchas de ellas están invadidas por ventas informales y son utilizadas como estacionamientos.
Una de las más complicadas en el centro de San Salvador es la Calle Rubén Darío. La vía, que es de tres carriles, se ha vuelto de uno solo y las aceras están invadidas de vendedores informales.
Prácticamente es imposible caminar en esas aceras y los peatones se ven obligados a hacerlo por la calle con el riesgo de ser golpeados por un vehículo o por los mismos vendedores que se desplazan con sus carretas.
En Santa Tecla, los intentos de reordenamiento han tenido poco éxito, aunque algunas zonas han sido liberadas por la alcaldía.