¡No salgo embarazada! Recomendaciones para afrontar la infertilidad femenina

Cuando existe el anhelo por convertirse en madre, quienes tienen problemas para concebir pueden afrontar dificultades de autoestima.

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/ Foto Por Archivo.

Por Karina García

2019-07-23 3:46:13

Ser madre es uno de los deseos más grandes y profundos de muchas mujeres en el mundo. ¿Pero qué pasa cuando el bebé no llega?

La crisis es tremenda. Puede que alguien se sienta fracasada, vacía y hasta que vale menos que el resto de mujeres que sí son mamás. Cambiarte ese chip no es sencillo.

Según datos de la Oficina para la Salud de la Mujer de Estados Unidos (OWH, por sus siglas en inglés), la mayoría de casos de infertilidad femenina se debe a problemas de ovulación. Sin embargo, hay que aclarar que no solo las féminas presentan esta condición, los hombres también. Por eso cuando una pareja no sale embarazada, se les practican exámenes a ambos integrantes, para determinar la causa y brindar los tratamientos adecuados.

De acuerdo con la OWH, se habla de infertilidad, cuando el matrimonio ha intentado concebir por más de un año (o seis meses si la mujer es mayor de 35). En estos casos, lo ideal es ponerse en control con un ginecólogo especialista en infertología. Pero también es recomendable que el matrimonio asista a terapia psicológica.

Tener hijos es el paso acostumbrado tras  casarse, pero, cuando no sucede, luego de intentarlo por un largo periodo, pueden enfrentarse crisis individuales y de pareja. Hay gente que hasta se separa. Sin embargo, el psicólogo Diego Alvarado sostiene que no debería ser la regla.

“Creo que ante esta situación, la fortaleza de pareja es puesta a prueba al máximo”, plantea. Pero destaca: “Si la relación y el sentimiento están bien fundamentados no habrá nada ni nadie, ni situación que la haga flaquear y, por lo mismo, se buscarán todas las soluciones posibles y se intentará hasta lo imposible para poder seguir por la vida juntos”.

“Hay muchas maneras de salvar el matrimonio si está fundamentado en un sentimiento y no en un fin o interés. Si está basado en lo primero, cualquier advenimiento o prueba será superada; pero, si está basado en lo segundo, hagamos lo que hagamos, sea lo que sea, las cosas no funcionarán; y, tarde o temprano, la frustración, la tristeza, moverán y motivarán conductas que lastimarán a la otra persona”, agrega.

Es probable que la más afectada con la situación, por la manera en que ha sido criada, sea la joven. Por ello es importante que trabaje su autoestima, es decir el valor que se da a sí misma, pese a que no se convierta en madre.

“El ser mujer no solo es poder tener hijos o no, sino que implica otras características personales que nos hacen valiosos como persona, como individuo y no por un papel social que nos encasilla”, afirma Alvarado.

Claro, cambiar de visión no es fácil. “Si la persona ha crecido e interiorizado fuertemente este modelo social (de tener que ser mamá), se sentirá muy frustrada de no llenarlo y la sociedad se encargará también de reprochar por no llenar y cumplir el rol esperado”, indica.

El apoyo de la pareja, los amigos y la familia es necesario. “Si estamos con personas que no nos aceptan, que nos ponen condiciones para querernos, disminuye la autoestima. Una sugerencia es rodearnos de personas que nos valoren por lo que somos como personas y no debemos basar nunca la autoestima en nadie ni en nada que no seamos nosotros mismos”, enfatiza Alvarado.

A continuación algunas recomendaciones, si atraviesas por una situación similar: