En los años 80 y 90 el rostro de la actriz y cantante mexicana Lucía Méndez era considerado uno de los más bellos. Sus expresivos ojos color miel, sus pómulos perfectos y su boca carnosa le daban esa apariencia envidiable.
Sin embargo, con el paso del tiempo su imagen fue cambiando. Y no precisamente por su proceso natural de envejecimiento, sino, por sus evidentes retoques cosméticos, los cuales, en lugar de proporcionarle frescura a su cara se la pusieron un tanto rara.
“Soy una persona que tiene muy buena genética. Sí me he hecho mis arreglos, pero no me la paso en el quirófano. No soy muy de bótox, pero tengo un dermatólogo muy bueno de cabecera y uso los cosméticos adecuados”, afirmó la estrella de televisión hace algunos años en una entrevista a un medio mexicano.
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A raíz todas las cirugías plásticas que se ha practicado desde el 2000, Lucía se ha convertido en el blanco de las críticas y las burlas.
Ahora se sabe que la protagonista de “Colorina”, se ha sometido a una nuevo procedimiento de reconstrucción facial, esta vez, debido a una bacteria que adquirió en otra operación estética.
Ha sido el doctor Juan Jo, su cirujano plástico, quien reveló detalles de la nuevo procedimiento cosmético. El galeno afirmó recientemente al programa Un nuevo día, de Telemundo, que hizo un trabajo muy arduo en la actriz y que logró cambiarle mucho su aspecto, el cual se vio comprometido por una infección.
“Una bacteria adquirida en el quirófano le produjo un movimiento del músculo, pero ya está bastante mejor, esperando volver a salir de su recuperación”, expresó el médico.