Cuando Max Ivis Martínez Gómez habla de la sonrisa, de la mirada y de lo alegre que era su hijo Mario Maximilian, su garganta se quebranta y abundantes lágrimas se deslizan por sus mejillas.
Martínez Gómez narró que su pequeño, que tenía 6 meses y 10 días de nacido, murió el viernes a las 10:30 p.m. en el Hospital Bloom, por complicaciones en sus órganos derivadas del dengue, tal como también señala el acta de defunción.
“Yo se los entregué vivo en el San Rafael y me lo entregaron en una morgue del Bloom”, lamenta el padre del menor víctima de dengue.
Este martes, la ministra de Salud, Ana Orellana Bendek confirmó en una entrevista de televisión las dos muertes por dengue: “Tenemos 2 muertes por dengue ya confirmadas y 5 casos más en estudio, la cepa está comenzando a hacer su trabajo que es afectar gravemente la salud”.
La titular agregó que el 19 de enero falleció en el hospital Bloom un niño de 9 años, y el 23 junio, una niña de 5 años.
Ayer se solicitó a la oficina de comunicaciones una entrevista para conocer acerca de este nuevo caso del menor del bebé de seis meses pero hasta el cierre de la nota no se había tenido respuesta positiva a la gestión.
A Max Ivis y a su compañera de vida, Daniela del Carmen Tobar, residentes en Colón, La Libertad, la vida les cambió de un solo golpe, y ayer en lugar de hacer plantes sobre el futuro de su hijo hablaban del diseño que tendrá la lápida de la tumba que lo recibió el domingo, en el cementerio general de Santa Tecla.
“Yo levanté mis manos al cielo y le dije Dios aquí va tu ángel; llévatelo Padre, mi hijo no tiene que sufrir más, ya no lo quiero ver sufrir así”, eso es lo que recuerda Max de ese momento en que, con el permiso de una doctora, entró a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y vio como el cuerpo de su hijo estaba ya muy deteriorado.
Minutos después de ese encuentro y ya fuera de la UCI, la doctora les llamó para comunicarles la muerte del pequeño Mario.