En el Día del Médico recordemos: “Vita brevis”

De manera que “Vita brevis” se vuelve un recordatorio para disfrutar la vida con intensidad, es un medio, no es un fin ni el fin. Es un memorándum para vivir a plenitud y solamente así cambiar el “Vita brevis” por un “Vita longa”.

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Marcos Ramos no llegó a vender cocos el viernes pasado. Él dice que fue un milagro de Dios no haber llegado.

Por Mario Aguilar Joya

2019-07-13 8:10:19

Se le adjudica al Padre de la Medicina, Hipócrates (460-370 antes de Cristo), la conformación de diversos aforismos, en los que escuetamente hacía referencia a la forma en que deberían comportarse los estudiantes del arte de la Medicina que pertenecían a su escuela. De estas sentencias la más conocida es “Primum non nocere”, frase del latín que traducida quiere decir “Lo primero es no hacer daño” y que se ha convertido en el axioma más importante en el ejercicio de la Medicina desde los tiempos antiguos hasta la fecha.

Otro de los axiomas importantes lo constituye el que reza así: “Vita brevis, ars longa, occasio praeceps, experimentum periculosum, iudicium difficile”. Esta famosa frase inicialmente se tradujo del griego al latín y posteriormente a diferentes idiomas vernáculos. Su actual traducción bien podría ser: “Corta es la vida; largo, el arte; el tiempo, fugaz; falaces, las experiencias; el juicio, difícil”. Esta era la forma en que Hipócrates veía lo difícil que podía ser el convertirse en médico y mantenerse como buen practicante de la medicina sin desaprovechar la vida en este proceso.

Eventualmente con el tiempo, esta frase quedó solamente como “Vita brevis, ars longa”, para expresarnos que en aquellos que ejercían la medicina “la vida es corta” y que el ejercicio de la medicina se convertía en un “arte largo”: largo de aprender, largo de manejar y largo de completar. Es más, el arte nunca terminaba, pero la vida sí y esta era realmente muy breve comparada con la durabilidad del arte de la Medicina. El aforismo no se refiere a lo prolongado o corto que creemos pueda ser la vida, la verdadera explicación de esta máxima es que el tiempo es muy corto para ser desperdiciado. Es una invitación a vivir intensamente, sin descuidar los aspectos esenciales que conforman el diario vivir.

En pocas palabras, Hipócrates no solamente hacia un llamado a estudiar duramente para comprender el Arte de la Medicina, sino más importante aún, nos llamaba a comprender el “Arte de la Vida”. Este “arte de vivir la vida” que en ocasiones olvidamos, pues nos ofuscamos en el afán cotidiano de llevar bienestar y vida a otros, ese “arte de la vida” que dejamos pasar por alto cuando se trata de nuestras familias pues siempre hay y habrá personas enfermas que tratar y curar. Este “arte de vivir la vida” que recordamos a otros, pero olvidamos para nosotros mismos.

Con este mensaje nos damos cuenta de que cualquiera de las situaciones que emprendamos en esta vida deben ser realizadas con ímpetu, intensidad y entusiasmo. Así, sea el arte de “iniciarse en la profesión”, o en el arte de “cultivar una familia y manejar las exigencias profesionales”, no deberíamos olvidar la parte inicial del aforismo ya descrito: “Vita brevis”.

En cualquier exigencia ésta siempre estará precedida por la advertencia que “la vida es corta”, por lo que no deberíamos olvidar que debemos vivirla con intensidad. Intensidad aplicada al diario vivir, ímpetu en la vida que debemos compartir con nuestra familia y nuestros pacientes, nuestros amigos, nuestro círculo más cercano de personas con los que cada día compartimos y sin quienes nuestra vida no sería lo que realmente es.

De manera que “Vita brevis” se vuelve un recordatorio para disfrutar la vida con intensidad, es un medio, no es un fin ni el fin. Es un memorándum para vivir a plenitud y solamente así cambiar el “Vita brevis” por un “Vita longa”. Larga Vida para los que dan cuidado y atención a los enfermos, permitiendo así que sus pacientes puedan tener una vida larga y saludable. ¡Felicidades en el Día del Médico!

Doctor en Medicina