Al estadio de la colonia Flor Blanca poca magia le queda más allá del apodo emblemático del mejor futbolista que este país parió. Adentro se encuentran las federaciones de atletismo, tiro deportivo, un gimnasio de físicoculturismo, luchas, otro gimnasio de remo, la Cuna del Mágico y un área de natación administrada por Indes.
En términos generales, las condiciones son las mismas que ha venido señalando EDHDeportes en su serie de reportajes sobre “Deporte Abandonado”. Los muros, los techos, las paredes, los pisos, los baños se encuentran en una situación lamentable. Ni hablar de la pista de atletismo, prácticamente inservible, a donde más de algún atleta podría sufrir una grave lesión.
Resultan interesante las posturas de los gerentes de atletismo y tiro, Roger Manzúr y Marielos Quintanar, quienes señalan que las mismas federaciones juegan un papel importante (o deberían) en el cuidado de la infraestructura. Esto, tampoco les limitó a señalar otros problemas graves que padecen.
En físicoculturismo, sufren de filtración de agua en los techos de los baños y sus alrededores, producto de que la parte superior colinda con las gradas de fútbol del costado de sol popular, al oriente del estadio, a donde a simple vista se observan grietas en el cemento.
Además, sufren problemas con gatos y ratas, el piso ya hay que sustituirlo (es especial para las pesas) y el equipo de pesas, funcional, ya está con óxido por su uso constante. También tienen cielos falsos caídos las goteras y los temblores.
Más al norte está remo. La federación no recibe dinero del Estado desde hace 3 años. Pese a ello, la mayor parte del equipo está funcional. No tienen serios problemas de filtraciones, pero sí de ventilación: mueven las máquinas al exterior para trabajar y evitar deshidratación. En 2014, remodelaron los baños, pero no les dan ya mantenimiento ante la falta de presupuesto. El serio problema que tienen es que, aunque cuentan con una cisterna, está arruinada, y deben acarrear agua para los baños. La reparación de la bomba ronda los $1,000.
El otro tema es que ya no cuentan con transporte. Los 2 microbuses que les servían para llevar a los atletas al lago se los llevó la anterior administración, supuestamente para subastarlos. Nunca se sustituyeron. Por ahora solventan gracias al apoyo del Comité Olímpico. Además, sufren de problemas con los zancudos, ya que la instalación colinda con otro sector abandonado, un área de taquillas donde el agua se empoza.
A los metros, la federación de lucha tiene también sus particularidades. A simple vista, solo faltan un par de techos falsos y hay una filtración de agua por los techos del área del minigimnasio de pesas. Pero en la zona donde está la tarima, se necesita cambiar todo el sistema eléctrico y hay goteras. Además, lo más grave es que brota agua del subsuelo y no se sabe con precisión de dónde. Esto ha deteriorado la base de madera de la tarima, lo que afecta los entrenos de los atletas. Varias veces las han mandado a reparar, pero para solventar el problema hay que trabajar a nivel subterráneo.
Aunque pasan hasta 3 días sin agua, tienen un tanque. Por ahora, no funciona. Sin embargo, con fondos propios lo planean reparar.
Al costado sur-poniente del estadio, sobre la 49 avenida, se ubica la zona de una piscina pedagógica que administra el Indes para programas de natación escolar y cursos permanentes. La zona es funcional, pero tienen un problema de diseño de origen: el agua que rebalsa (eso es normal y necesario) de la piscina, no tiene una salida natural, y en algunos sectores se estanca, lo que genera zancudos.
Lo más costoso
Dos de las federaciones que mejor tienen sus instalaciones en el país son también de las que más inversión en infraestructura requieren: atletismo y tiro deportivo. Si uno va a los polígonos de tiro, están casi en perfectas condiciones, salvo detalles. El de 10 metros hasta aire acondicionado posee, más allá de que el equipo de conteo ya es obsoleto.
El problema mayor es a nivel de subsuelo. Por un lado, los árboles de la zona no son propios para instalaciones cercanas, ya que las raíces han dañado todo, hasta baños. De los fondos que recibe del Estado, la misma administración ha cambiado tuberías en la zona de parqueos y han hecho reparaciones a cielos falsos y goteras, pero necesitan talar los árboles para parar un deterioro que ya les dañó en el pasado, entre otras cosas, la cisterna.
Por otro, el más grave tiene que ver con filtración de aguas negras desde el sector de los baños de las gradas de fútbol del costado surponiente. Hasta tuvieron que abrir un hoyo en las oficinas para que esa agua sucia circule y la puedan sacar. Cada vez que hay conciertos y habilitan esos baños, ellos pagan las consecuencias.
Pese a todo, Quintanar señala: “Me parece desobligado de las federaciones que dejen todo a Indes. Nosotros tenemos que guardar dinero para administrar y ejecutar acciones que ayuden a la infraestructura en la medida de lo posible, aunque hay otras circunstancias que nos sobrepasan”, como las señaladas antes. “Uno tiene que cuidar su lugar de trabajo, que es la casa de entreno de los atletas, que esté limpio; eso no depende de Indes”, añade.
En esa misma línea se pronunció Manzúr, quien señala con orgullo unos baños que han remodelado con fondos de la federación, con azulejos, piso antideslizante y hasta casilleros.
Afuera está el problema. La pista no solo cumplió su vida útil sino que, por los conciertos, está sumamente deteriorada, aparte que cuando se realizan estos eventos, los atletas son sacados y pasan sin entrenar por días.
El carril uno por completo no sirve, y hay múltiples hoyos, partes levantas y desniveles en otros. Además, no se planificó bien la pista de entrada, y no se dejaron desagües. Se improvisaron. Si se renueva, tendrá que planearse todo esto.
Según estimaciones del mismo Manzúr, renovarla puede costar entre 1 millón a 1 millón y medio, aunque con ese presupuesto se incluirían otros sectores siempre de atletismo. Por ejemplo, tampoco sirve ya toda la zona de salto alto ni de salto largo. Y también hay un desnivel en la grama del lanzamiento de bala. Y se podría crear una zona decente de calentamiento. A la perla de antaño, le falta magia y le sobran problemas.
Este medio intentó hablar por teléfono en reiteradas ocasiones con el gerente del estadio, Carlos Rivera. Se le visitó en 3 ocasiones, incluida una en la que aceptó una cita previa que él fijó día hora. Sin embargo, no estaba en las instalaciones, por lo que no se pudo visitar el área de la Cuna del Mágico ni los baños.