Numerosos usuarios de las diversas rutas que prestan un “servicio exclusivo”, y por lo cual pagan un pasaje de $0.35, denunciaron que muchas unidades no reúnen las condiciones para que les cobren esa tarifa. Los pasajeros justifican su molestia porque los autobuses están deteriorados por dentro, tapicería en mal estado y un aire acondicionado que enfría muy poco.
Desde 2015, el Viceministerio de Transporte (VMT) autorizó el cobro de $0.35 a las rutas de buses que renovaran hasta el 35 % de su flota; sin embargo, las unidades debían reunir los requisitos de ofrecer aire acondicionado, espacios de personas con discapacidad, cámaras de videovigilancia y motoristas capacitados y uniformados.
El resto de las unidades antiguas siguen dando el servicio con una tarifa de $0.20 y la mayoría en condiciones deterioradas.
A cuatro años de prestar el “servicio exclusivo”, muchos motoristas no andan uniformados, el aire acondicionado es deficiente y en algunos buses el espacio para los discapacitados está sellado.

En algunas unidades, el aire acondicionado solo se siente levemente cuando en el bus no van pasajeros parados.
Con la renovación del 35 % de la flota, los empresarios vieron la oportunidad para incrementar el pasaje amparados al artículo 50 del Reglamento General de Transporte Terrestre, que establece que “el Viceministerio de Transporte formulará la propuesta tarifaria en función del análisis técnico y económico que permita un equilibrio financiero de la operación en condiciones de eficiencia y que garantice la calidad del servicio y tome en cuenta los derechos de los usuarios”.
Siempre que las rutas han incrementado el pasaje a cambio de ofrecer un mejor servicios, la experiencia ha demostrado que terminan incumpliendo y el pasaje que en su momento les autorizó el VMT lo mantienen.
Para el caso, cuando se aprobó el servicio preferencial en los años 90 y posteriormente el de tipo especial con la ruta 42, este último fue conceptualizado que no llevaría pasajeros parados.

Uno de los casos específicos son 10 de las unidades de la ruta 23, que hace su recorrido de San Ramón, en Mejicanos, hacia el centro de San Salvador, cuya tarifa por servicio exclusivo es de $0.35 y los buses ya están deteriorados con sistema de aire deficiente.
Sin embargo, el miembro de la Asociación de Empresarios de Autobuses Salvadoreños (AEAS), Genaro Ramírez, expresó que no se puede generalizar porque hay rutas que “mantienen el servicio como se había planteado, aún con todas las dificultades que representa porque no es fácil hacer una inversión tan alta con esa tarifa de $0.35 ”.
Igual opina Juan Pablo Álvarez, de Rutas Unidas, quien dice que la mayor parte de unidades presenta el servicio que ofrecieron, pero uno de los problemas es que los buses van repletos de pasajeros.
“La gente está en todo su derecho de reclamar y los buses que no anden cumpliendo con el servicio deben ser sancionados; pero el problema es que no hay quien los supervise”, aseguró Álvarez.
El presidente de los buses de la Ruta 23, Luis Cuéllar, cuyas unidades son señaladas por los usuarios por estar deterioradas y con aire deficiente, dice que como empresarios fue uno de los primeros en introducir unidades con aire acondicionado y hace todo lo posible por darles el mantenimiento.

Ramírez agregó que con la tarifa del servicio exclusivo de $0.35, él no se atrevería a comprar una unidad con aire acondicionado porque los costos son muy elevados.
El caso de la Ruta 23
Diez unidades de la Ruta 23, que hace su recorrido desde el sector de San Ramón, en Mejicanos, hasta el centro de la capital, iniciaron con el cobro de $0.35 centavos en septiembre de 2015 bajo la autorización del Viceministerio de Transporte (VMT).
Esta ruta ha perdido las condiciones de calidad, debido a que todo su interior se encuentra deteriorado, según se quejó Daniel Martínez al expresar que “el aire acondicionado y los asientos de los buses no sirven y nos siguen cobrando $0.35 centavos de pasaje”.
Problemas
La señora Flor de María Aquino, quien abordó una de las unidades en San Ramón, opinó que “se siente un gran calor porque el aire acondicionado no sirve y las ventanas no se pueden abrir. Los asientos, creo que la misma gente los arruina”.
Aparte de los problemas en la 10 unidades, los pasillos de los buses siempre andan mojados porque a los aires no se les da el mantenimiento adecuado.
El problema del aire acondicionado de los buses de la Ruta 23, es que el sistema está en la parte trasera superior de la unidad y de ahí lo tiene que distribuir en todo el interior, es decir, los pasajeros que van adelante no alcanzan a recibirlo.

Mario Cárcamo, un motorista de esa ruta, dice que la gente les reclama por el aire acondicionado; pero el problema es que las unidades que tienen ese equipo, el sistema no es de fábrica.
Francisco Regalado, presidente de la Ruta 23 microbuses, quienes también cobran $0.35 y tienen un sistema más eficiente, dijo que para solucionarles el problema del aire a los buses, ellos les están dando el servicio de reparación a un precio más bajo que el del mercado.
Ruta 23 aún no han pagado ni la mitad del crédito
Para adquirir la primera flota de 10 unidades de los buses de la Ruta 23 y prestar el servicio exclusivo, los empresarios adquirieron un préstamo de $2,226,000, del cual deben más de la mitad, dijo el presidente de la ruta, Luis Cuéllar.
De acuerdo con el empresario, la rentabilidad que tienen con la primera flota es mínima por todo lo que implica su mantenimiento, no solo de los aires acondicionados, sino de toda las unidades en sí.“Para hacerle honesto, ya refinanciamos dos veces el crédito del 2015 a la fecha”, explicó el presidente de la ruta.
Esta asociación de empresarios adquirió una segunda flota de 10 unidades más, que les costó $1,100,000, la cual se obtuvo “con el soporte de las garantías de la empresa”.
Agregó que la segunda flota no tiene el problema que les dan las primeras 10 unidades que adquirieron con el aire acondicionado, porque el sistema lo trae en el bus y no solo atrás.
Con la primera flota, asegura, la falta de experiencia para prestar un buen servicio exclusivo con aire acondicionado les llevó a adquirirlas.
Genaro Ramírez, de AEAS, dijo que esos empresarios hicieron un mal cálculo al adquirir esas unidades.
