El reencuentro de los hombres que dieron vida al ferrocarril

Son 19 ex trabajadores de la estación de tren de Sonsonate quienes, pese a su avanzada edad, conservan muchas anécdotas de la época dorada del ferrocaril en El Salvador. Así fue reunión de ex compañeros

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18 ex ferrocarrileros que aun siguen con vida. Parados, arriba de izquierda a derecha: Marcelino Lara y Carlos Sosa, jefes de estación; Julio Mina, telegrafista. Abajo, parados de izquierda a derecha; Óscar Panameño, boletero; Juan Martínez, maquinista; Edgardo Morán, auxiliar del guarda almacén; Gregorio Vásquez, reparador de vía; José Romero, bodeguero; Juan Medina, despachador; German Shull, mecánico; José Cuéllar, carpintero; y Augusto Colocho, motorista. Sentados, de izquierda a derecha: Ricardo Golcher, mecánico; y Manuel Durán, jefe de estación. Foto EDH / Jessica Orellana

Por Jessica Orellana

2019-07-07 7:45:43

Ex empleados ferrocarrileros
Desde 1882 se empezó el proyecto de construcción del ferrocaril que debía de llegar desde Sonsonate y Santa Ana hasta San Salvador.
Foto EDH / Jessica Orellana
Ex empleados ferrocarrileros
Óscar Panameño inició a trabajar en la estación del tren desde los doce años como vendedor de refrescos. “La estación me trae recuerdos de mi niñez, de mis doce años cuando me decían Botellita, ver esas bodegas donde trabajé y no olvidarme de donde vengo, es el orgullo más grande”, recuerda con nostalgia Óscar, el último boletero de la estación ferroviaria de Sonsonate.
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Ex empleados ferrocarrileros
A casi 60 años de haber dejado la estación del tren, el melodioso sonido del telégrafo aun resuena en la mente de Julio Alfredo Mina, quien se desempeñó durante 16 años como telegrafista en la estación del ferrocarril en Sonsonate.
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Ex empleados ferrocarrileros
El 16 de octubre de 1946 entró a trabajar a la estación con un interinato. Mina aprendió la profesión a los 18 años por insistencia de su padre, el uso del telégrafo le resultó una tarea fácil, en menos de un año ya había aprendido todos los códigos, con esmero logró asimilar el lenguaje morse y el funcionamiento del aparato.
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Ex empleados ferrocarrileros
Una fotografía de Julio Mina junto a compañeros de trabajo en el año de 1958. Hasta la fecha solo él esta vivo.
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Actualmente, Julio aún guarda un telégrafo en su casa como su tesoro más preciado. En cada estación ferroviaria había dos aparatos, uno para trasmitir y otro para recibir los mensajes. Foto EDH / Jessica Orellana
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El ferrocaril en Sonsonate fue puesto en marcha por la empresa de capital Ingles Ferrocarriles de El Salvador(FES).
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Ex empleados ferrocarrileros
El Chapín Martínez fue maquinista del tren durante más de 30 años en Sonsonate. Con la vista puesta en los rieles, tiraba de la palanca con todas sus fuerzas. El Chapín Martínez, como era conocido en el convoy, trabajó más de tres décadas en las locomotoras. El primer ferrocarril que tripuló era a vapor. A sus 86 años aun hace memoria de lo que un día fue el ferrocarril. Entre los vestigios de la estación reconoce cada departamento en el que trabajó; antes de ser maquinista, fue ayudante y luego fogonero pero desde joven mostró habilidades para manejar. Foto EDH / Jessica Orellana
Ex empleados ferrocarrileros
Uno de los espacios imprescindibles para la reparación de las locomotoras es la “casa redonda” construida por José Cuéllar, era el lugar donde se hacían reposar las locomotoras para las reparaciones menores. La infraestructura era completamente de madera, se observa en la fotografía locomotoras a vapor.
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Ex empleados ferrocarrileros
José Antonio Cuéllar a sus 97 años de edad explica que aunque no tuvo un puesto fijo en la estación por ser de la cuadrilla ambulante, volver al museo le despierta emociones encontradas al ver las estructuras de madera que el construyó, tristeza por no poder regresar a trabajar y alegría porque hoy es reconocido el trabajo al cual le dedicaron tanto esfuerzo.
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Ex empleados ferrocarrileros
Don José se encargaba de reparar los puentes, las estaciones y todo lo que llevara madera, su oficio era la carpintería. “Yo me recuerdo todavía de todos los puentes que fui a reparar, yo los anduve arreglando por todos lados, al puente del Ángel le fui a meter durmientes porque esa era mi oficio”, explicó. Un fotografía antigua de José y la cuadrilla que reparaba los puentes.
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Ex empleados ferrocarrileros
El ferrocarril se convirtió en el mejor transporte comercial de la época, José Alfredo Romero Mata ofreció 18 años a las bodegas del tren como despachador de productos de exportación, pesador de mercancía y jefe de bodega.
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Romero fue testigo del flujo de mercancías que pasaba por una de las más grandes terminales, Sonsonate, “Cada vagón descargaba 250 sacos de café, era un trabajo de mucha concentración porque debía chequear con detalle cada uno de los envíos porque si había un error debía pagarlo ”, acotó José. Para “Jaja” como era conocido por sus compañeros en esa época ser trabajador del ferrocarril, era un orgullo porque eran reconocidos por todo el municipio.
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Ex empleados ferrocarrileros
“Aquí (estación) era alegre para el trabajador, ni se sentían las horas”, afirmó. En la familia de ferrocarrileros existía una hermandad, todos eran conocidos por un sobrenombre, a José su apodo le provino de su risa. José aún le encanta regresar, en especial a las bodegas, porque recuerda el fuerte sonido de los motores.
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Ex empleados ferrocarrileros
En 1934 el país sufre una tormenta que hizo desbordar ríos, inundando ciudades, pueblos y cultivos. Muchos de los puentes de la compañía inglesa sufrieron daños, al grado de ser necesario construirlos provisionales para continuar con el servicio de carga y pasajeros. En la fotografía se observa a los trabajadores y una grúa de vapor, en la construcción de un puente en 1938.
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Ex empleados ferrocarrileros
Durante 40 años don Gregorio Vásquez debía recorrer 13 kilómetros diarios caminando bajo la oscuridad de los rieles, antes de la salida del tren para reparar las vías del ferrocarril en Sonsonate. A las cuatro de la madrugada en punto Gregorio partía con la única compañía de una lámpara y un agotador bolsón repleto de herramientas para limpiar y verificar que las líneas estuvieran en buen estado para dejar libre el paso de los vagones.
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Ex empleados ferrocarrileros
A sus 95 años de edad aún recuerda la rutina de trabajo, “Salía a las cuatro de la mañana a pie desde la estación, revisando la línea, uno debía llegar antes que el tren”, agregó. Gregorio dedicó toda su vida a desyerbar los rieles y cambiar madera, aunque señala que hacía de todo, nivelar los rieles eran de las tareas más difíciles.
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Ex empleados ferrocarrileros
Alrededor de 1940, la empresa inglesa puso en marcha una serie de carros – motores que la población llegó a bautizar como “balas” o “balas de plata” por su color plateado. Estos carros inicialmente realizaban el transporte de carga desde Sonsonate hacia Santa Ana y San Salvador. Con el paso del tiempo, fue usado para el transporte de personas, salía una hora antes del tren y recorría unos 60 kilómetros por hora.
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Ex empleados ferrocarrileros
Augusto Colocho Rojas de 87 años de edad, originario de Acajutla durante 15 años estuvo al mando del famoso tren Bala de plata en la estación ferroviaria de Sonsonate. Ser chófer del carro motor como también se le conocía en 1950 era de prestigio, la bala de plata era transporte de primera clase. Foto EDH / Jessica Orellana
Ex empleados ferrocarrileros
A los 17 años de edad entró a trabajar en los talleres de reparación de motores, se desempeñó como ayudante durante tres años. Augusto llegó a la estación porque ser ferrocarrilero es una tradición familiar, su padre desde pequeño le enseñó la pasión por las locomotoras, Augusto padre, laboró durante toda su vida en la estación, Colocho recuerda que fue de los primeros gerentes de la terminal en Acajutla.
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Ex empleados ferrocarrileros
Augusto fue conocido por sus amigos como el maestro o entrenador, por su vocación para enseñar a sus a compañeros todos los conocimientos que albergaba del tren. Desde hace 59 años dejó los vagones, Colocho añora volver a ver la estación llena de trenes, “Tengo la esperanza que algún día van a renacer los trenes pero de pronto seguiremos viéndolos en nuestros museos”, expresó Augusto.
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Ex empleados ferrocarrileros
Carlos Alberto Sosa, de 79 años fue el último agente o jefe de la estación de Sonsonate, dedicó 40 años de su vida. Ordenaba a cada uno de los maquinistas dirigiendo la ruta y hora de cada salida. “Ese fue mi trabajo los últimos 12 años hasta que dejó de funcionar el tren” aseguró don Carlos.
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Ex empleados ferrocarrileros
Los ex trabajadores de la estación posan sobre los rieles, una de las fotografías colocada en el museo del ferrocarril, Sonsonate.
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19 ex ferrocarrileros que aun siguen con vida. Parados, arriba de izquierda a derecha: Marcelino Lara y Carlos Sosa, jefes de estación; Julio Mina, telegrafista. Abajo, parados de izquierda a derecha; Óscar Panameño, boletero; Juan Martínez, maquinista; Edgardo Morán, auxiliar del guarda almacén; Gregorio Vásquez, reparador de vía; José Romero, bodeguero; Juan Medina, despachador; German Shull, mecánico; José Cuéllar, carpintero; y Augusto Colocho, motorista. Sentados, de izquierda a derecha: Ricardo Golcher, mecánico; y Manuel Durán, jefe de estación.
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