Llegar a 500 ingenieros cuyo trabajo sea un estandarte de la calidad de exportación de desarrollo de software para plataformas web y móvil que ofrece El Salvador es la meta de la inversión que el empresario Roberto Kriete oficializó este jueves en la talentosa compañía de tercerización de servicios tecnológicos Applaudo Studios.
Según la empresa, el millonario aporte de capital servirá principalmente para crear más empleo en el país y catapultar el crecimiento exponencial del modelo de Applaudo Studios, abrir nuevos mercados, aumentar su presencia en los que ya está y, por supuesto, adecuar los espacios de oficinas en el principal centro de operaciones en El Salvador.
Con la inversión se prevé abrir más de 300 oportunidades adicionales de trabajo en los próximos 36 meses (o menos), que sumados a los 150 empleos actuales completarán una planilla de 500 al final de la fase programada.
Con el dinero también se financiará el programa de becas para el Applaudo Studios Training Program, un proyecto de capacitación remunerada a estudiantes del que posteriormente Applaudo Studios contrata al 95 % de sus participantes.
Vale mencionar que en este programa de entrenamiento, los jóvenes que han sido seleccionados a través de pruebas y entrevistas, son formados por especialistas en desarrollo de software durante cuatro meses en los que además de no cobrarles por las clases, la empresa les da viáticos por $500 mensuales.
“Aprenden con la práctica. No trabajan para ningún cliente pero se involucran y reciben como un salario, están aprendiendo, aprendiendo (…) nuestra visión es atraer al mejor talento”, aseguró Darwin Romero, cofundador de la empresa.
Para dimensionar el peso de cada una de estas plazas, la capacitación puede valer alrededor de $3,000 por persona y cada empleado de la industria de desarrollo de software equivale a crear 5 o 6 en un call center (tanto por su salario como por el impacto que genera).
Foto EDH / René Quintanilla
Empresa pionera
Applaudo Studios es por ahora, una de las grandes apuestas tecnológicas en Centroamérica que quiere convertirse en un “Powerhouse” en el desarrollo de software premium en la región.
La empresa, que emprendió Romero y José Giammattei, lleva seis años operando y a la fecha ya cuenta con más de 150 colaboradores a tiempo completo.
Aunque su centro de desarrollo tecnológico está en El Salvador, con instalaciones de 3,400 metros cuadrados – uno de los más grandes de la región- también tiene personal trabajando en otros países como Estados Unidos, México, Costa Rica, Guatemala y Lituania; y ya tiene un prestigioso listado de clientes en el FORTUNE500, que incluyen al equipo de básquetbol Miami Heat, Fox, CBS, NBC, el fondo de inversión más grande dentro de Tesla, entre otros.
Romero explicó que para su segunda ronda de inversión, Applaudo, orgullosamente salvadoreña, buscaba un socio que no solo inyectara capital para crecer sino que compartiera su visión del negocio y estuviera comprometido con el trabajo en equipo y con “encontrar las mentes más brillantes.
Así, para los Kriete, al ser consecuente con el compromiso de familia con los objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, capacitar a jóvenes salvadoreños en la fabricación de software y dar la posibilidad de crear empleos de alto valor agregado que por su impacto social y buenos salarios ayudan a erradicar los ciclos de pobreza en el país de manera directa, esta es una inversión natural.
“Esta es una inversión muy estratégica para El Salvador, ya que hay un déficit de más de 1 millón de desarrolladores de software en mercados desarrollados y podemos desde aquí competir por llenar ese vacío. Necesitamos generar más empleo en El Salvador y nuestra inversión en Applaudo Studios nos permitirá apuntalar el sector de servicios de tecnología para la exportación de manera acelerada”, destacó Roberto Kriete.
Su hijo, Fernando Kriete, que lidera la academia de programación Kodigo y que también formará parte de la junta directiva de Applaudo, añadió que con esta compañía se está creando “un modelo empresarial con un alto impacto social”, con el que será claro que en El Salvador hay talento suficiente para competir de manera global.
Romero agregó que la puesta en marcha de otros proyectos relacionados al marco regulatorio también abrirían más espacios para que esta industria siga creciendo de manera exponencial.