La Lumbalgia o lumbago se define como un “dolor que se localiza en la zona baja de la espalda, entre el límite inferior de las costillas y la zona glútea”. Se estima que el 85 por ciento de la población va a sufrir al menos un episodio a lo largo de su vida y supone la principal causa de baja laboral en personas menores de 50 años, según un estudio realizado con la colaboración del doctor Andrés Ariza, reumatólogo del hospital general de Ciudad Real, España.
Las causas más frecuentes son las de origen mecánico: alteración de la estática vertebral (escoliosis), contracturas musculares (por sobrecarga mecánica o tensional), problemas degenerativos del disco intervertebral y/o de las articulaciones posteriores vertebrales, fracturas por osteoporosis o traumatismos violentos.
De ahí que los expertos aconsejen seguir los siguientes pasos:
1. Usar calzado adecuado. De este modo, se aconseja no utilizar tacones altos y, en ocasiones, puede ser necesario un estudio podológico (de la huella y/o biomecánico de la marcha) para el diseño de plantillas adaptadas a las alteraciones que presenten los pies.
2. Realizar ejercicio. Encaminado a reforzar la musculatura lumbar y abdominal. Se trataría de realizar sencillos ejercicios para poder realizar en casa o practicar disciplinas como Pilates, Tai Chi, Yoga, Aquagym… siempre en función de cada paciente.
3. También puede ser útil la fisioterapia. El fisioterapeuta, además de conseguir con sus técnicas (masoterapia, electroterapia, etc.) una mejoría del dolor, debe ayudar a identificar los “malos hábitos” y las “situaciones conflictivas” del entorno cotidiano (de la actividad laboral, familiar, social, deporte…) y así conseguir su corrección.
4. Aprender cuidados de postura:
Para retirar objetos “en alto”, use algún pedestal o escalera.
El respaldo del asiento del coche debe tener contacto total con su espalda.
La mesa de trabajo y la pantalla del ordenador, deben de tener una altura adecuada con silla que apoye la parte baja de la espalda y pueda reclinarse.
Al recoger objetos del suelo, doble sus rodillas y acérquese al suelo.
No alzar objetos pesados.
Si va a permanecer mucho tiempo de pie (ejemplo: al planchar) apoye una pierna sobre un pequeño taburete.
En caso de padecer una crisis aguda
Evitar el reposo en cama. Se debe cambiar a menudo de posición, caminar y moverse de vez en cuando.
Aplicar calor suave en la espalda (unos 20 minutos/2 o 3 veces al día).
Realizar masajes suaves en la zona.
Consultar a su médico quien determinará si procede iniciar un tratamiento con medicamentos.
Intentar hacer vida normal e incorporarse a las actividades cotidianas, lo antes posible.