VIDEO: ???A sus 14 años, Bryan lucha contra la insuficiencia renal y está a la espera de recibir un riñón
Gerson, el hermano de Bryan, intentó donarle un riñón y descubrió que también padece la misma enfermedad. Ambos viven en el departamento de La Libertad. Luchan por alcanzar sus sueños a pesar de una condición que empeora con el paso del tiempo.
“Yo ignoraba que a los niños les podía dar insuficiencia renal”, exclama Sonia Orellana de Leiva, con tristeza, al recordar el día en que se enteró que sus dos hijos padecían de esa enfermedad crónica. Ella, su esposo Jorge Leiva y sus dos hijos, residen en un municipio del departamento de La Libertad.
Fue en febrero de 2018 que, a la edad de 13 años, Bryan Leiva, el hijo menor de la pareja, recibió el diagnóstico que confirmaba su padecimiento. Sonia relata que su hijo menor comenzó a perder repentinamente peso. Ella lo vio como algo “normal”, pensando que se trataba de un proceso natural, como parte del desarrollo y crecimiento del niño. Sin embargo, la salud de Bryan fue empeorando.
Un examen de sangre confirmó que el menor presentaba un cuadro de hemoglobina baja, sus padres y médicos pensaron que podría tratarse de anemia. Pero, para sorpresa de todos, al referirlo al Hospital Nacional Benjamín Bloom y efectuar toda una serie de pruebas, un especialista corroboró que los indicios apuntaban a que se trataba de un caso de insuficiencia renal.
Entre 2014 y 2018, un total de 1,833 menores de 18 años fueron diagnosticados con Insuficiencia Renal en El Salvador, según datos de el Ministerio de Salud Pública.
En los últimos cinco años, cuatro departamentos del país registraron el 56% de casos de menores de edad que padecen esa enfermedad: San Salvador con 378 casos, San Miguel con 276, Usulután con 223 y La Libertad con 150.
“No sabía qué era lo que me pasaba, me sentía triste e incómodo, pasaba solo en una camilla junto a mi madre”, recuerda Bryan sobre los días posteriores a su diagnóstico.
En aquel momento, los médicos no fueron optimistas sobre las esperanzas de vida del pequeño. La única opción era conseguir un donante de riñón o comenzar con el tratamiento de diálisis. Su hermano mayor, Gerson, sin dudarlo, se ofreció para ser donante de uno de sus riñones, pero recibió la mala noticia que también había desarrollado la enfermedad.