La Inteligencia Artificial – ¿un dilema conceptual?

descripción de la imagen
Michael van der Mark durante una competición de la categoría Superbikes. El piloto se quedó sin participación del Gran Premio de Italia debido a un sendo accidente en las prácticas libres. Foto/Superbikes

Por Eleonora Escalante

2019-06-22 6:31:32

Durante la Semana Santa, leía la revista de tecnología del Massachussetts Institute of Technology (MIT Tech Review), y me puse a reflexionar sobre los diferentes usos y aplicaciones que ya se están realizando a través de la Inteligencia Artificial.

El término Inteligencia Artificial fue originado por John McCarthy, hace más de 63 años, como”la ciencia y la ingeniería de hacer máquinas inteligentes”. Si nosotros respetamos este concepto teórico acuñado en 1956, en realidad todo aparato externo al ser humano o cualquier “dispositivo foráneo a nuestro ser ha sido diseñado para ayudar de manera inteligente a realizar tareas que antes hacíamos manualmente y con nuestro cerebro”. De acuerdo a la revista digital ScienceDaily.com la definición moderna de inteligencia artificial (o sus siglas IA en español) es “el estudio y diseño de agentes inteligentes” donde un agente inteligente es un sistema que percibe su entorno y toma medidas que maximizan sus posibilidades de éxito. Además, El término IA ha querido cambiarse, debido a que genera mucho ruido. Desde el punto de vista de “marca” o branding científico, ya se han propuesto otros nombres como inteligencia computacional, inteligencia sintética o racionalidad computacional. ¿Por qué? Simplemente porque en realidad, la inteligencia artificial es un concepto tan esencial y amplio, relacionado al estudio, diseño e implementación de cualquier máquina que ayude al ser humano a realizar sus tareas de cálculos cerebrales o manuales. Y ante dicha vastedad, la IA nos genera una ambigüedad existencial de proporciones épicas.

Estamos viviendo una confusión de conceptos, usos, alcances y límites de la IA. Eruditos y científicos han abierto sus ojos, no solo para cuestionarse el uso de la IA en sus propias áreas de estudio, sino también han comenzado a enterarse que la IA afecta y continuará impactando de manera radical a la sociedad. Es obvio que se viene una nueva era no solo por las tecnologías existentes relacionadas, sino también en cuanto a la organización social, política y económica de nuestros pueblos. Es como presentir un cambio tan radical, tal cual nuestros ancestros lo hicieron cuando evolucionaron de la era paleolítica a la era de bronce, o cuando evolucionamos a las últimas revoluciones industriales del presente siglo.

Utilizando una metáfora. Pensemos en la figura de un árbol. Cuando asumimos que la IA es únicamente las ramas o las hojas, sin observar el tronco del árbol, es cuando nos confundimos. Es como creer que la IA se limita a usar la robótica, o los nuevos sistemas digitales de control y análisis de datos utilizando tecnologías emergentes, o el reconocimiento de voz utilizado por aparatos como Amazon Echo, o el reconocimiento facial de nuestros Smartphones, o la ingeniería genética utilizando CRISPR, etc. Todas estas ramas del árbol son pequeños ejemplos del uso de la IA. Y se nos olvida que la IA es definitivamente un detonante lo suficientemente poderoso para cambiar la historia de la humanidad. Para bien y para mal.

Por lo anterior, mi visión personal es que la era de la IA es tan fascinante como peligrosa. Es fascinante porque abre espacios de innovación nunca vistos. Es peligrosa, porque ya nuestro planeta está en modo “crisis medioambiental” con más de la mitad del planeta viviendo con menos de 5 dolares al día. Debemos arreglar los problemas de nuestras sociedades antagónicas producto de más de 4,000 años con innumerables guerras, esclavitud y pobreza extrema. En ese contexto, la IA en manos de líderes destructivos, como Hitler por ejemplo, nos puede llevar a la autodestrucción de la humanidad.

CEO-Fundadora de Eleonora Escalante Strategy www.eleonoraescalantestrategy.wordpress.com